El Hospital Pediátrico de Camagüey atraviesa una situación crítica. Según reporta José Luis Tan Estrada, el Cuerpo de Guardia del centro se encuentra colapsado, con largas horas de espera que afectan a los pacientes y familiares.
La saturación se produce en un contexto donde cada día aumentan los casos de Dengue, Chikungunya y Oropouche, enfermedades transmitidas por mosquitos que están golpeando duramente a la población infantil.
Trabajadores de la Dirección Provincial de Salud alertan que no cuentan con los recursos ni las estrategias necesarias para frenar esta alta infestación. La población no es ajena a esta realidad y expresa su frustración en redes sociales.
Yunet R. Fernández señala que la falta de limpieza en las calles, llenas de basura, contribuye a la proliferación de plagas y enfermedades. Niurus Ramírez Mustelier sugiere que detrás del aumento de infectados podría haber factores adicionales que merecen un estudio más profundo.
El sufrimiento de los familiares también se refleja en los comentarios. Elien Hidalgo comparte su angustia ante la posibilidad de que su hija se encuentre en esta situación, mientras Mindy Gongora exhorta a la comunidad a colaborar, sugiriendo iniciativas como enterrar la basura con carretones y unir esfuerzos vecinales para proteger a niños y ancianos.
Guelmi Abdul añade que el hospital enfrenta escasez de agua, obligando a los familiares a proporcionar agua para limpiar las salas, evidenciando la falta de recursos básicos.
Otros usuarios muestran su preocupación ante la gravedad de la situación y la incapacidad de las autoridades de garantizar la salud pública. Naivys Acosta menciona que los apagones nocturnos y la acumulación de basura complican aún más la propagación del virus. Teresita Díaz Ramírez, Torres Yisel, Mayi Oviedo, Nereida Roca y Yaima Palomino expresan sus plegarias y súplicas por los niños, destacando el miedo y la desesperanza que viven las familias.
Anisleidy Marrero comenta con resignación que nada sorprende ya ante la falta de soluciones efectivas.
Nuevamente José Luis Tan Estrada nos acerca al drama de la crisis sanitaria en Cuba, en este caso en Camagüey; crisis sanitaria que no es más que un reflejo de problemas estructurales que afectan a la salud pública.
La combinación de recursos insuficientes, infraestructuras colapsadas y el desinterés por medidas preventivas pone en riesgo a los niños y evidencia la necesidad de acciones inmediatas y coordinadas para proteger la población más vulnerable.
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