El Delfinario de Cayo Guillermo, ubicado en el destino turístico Jardines del Rey, anunció el 16 de diciembre el nacimiento de su primer delfín en cautiverio desde su inauguración en 2012. Este hecho marca un hito en los esfuerzos de la instalación por la conservación y reproducción de la vida marina.
La madre, Wendy, una delfín de aproximadamente 43 años, es la única hembra de las seis especies que alberga el delfinario. Proveniente del Delfinario de Cienfuegos, donde ya tuvo una cría hace catorce años, Wendy ha enfrentado varios embarazos, pero este representa solo el segundo nacimiento exitoso en su vida.
En septiembre de este año, se confirmó mediante un ultrasonido que Wendy estaba gestando. Tras 72 horas de síntomas previos, el parto ocurrió de manera natural, sin asistencia de especialistas y sin la compañía de otras hembras, como suele suceder en su hábitat natural.
Actualmente, Wendy se muestra extremadamente protectora con su cría, impidiendo que los cuidadores se acerquen para determinar el sexo del recién nacido. La actitud de la madre subraya los desafíos de criar delfines en cautiverio y las diferencias con su comportamiento en libertad.
El recién nacido se encuentra en buen estado de salud, bajo la supervisión del personal del delfinario. Este nacimiento es considerado un avance significativo en los programas de reproducción de delfines en Cuba, contribuyendo al estudio y la educación sobre estas especies.
Más allá de su importancia para la investigación científica, el evento también resalta las controversias que rodean el mantenimiento de delfines en cautiverio. Mientras el Delfinario celebra este logro, algunos expertos y activistas cuestionan las condiciones en las que se desarrollan estas prácticas, así como su impacto en el bienestar animal y la biodiversidad.
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