Recientemente, autoridades estadounidenses anunciaron la recuperación de monedas de oro robadas del famoso naufragio de la Flota de 1715, uno de los eventos más icónicos de la historia marítima de Florida. Este naufragio ocurrió después de que un huracán hundiera 11 barcos españoles, cargados con un valioso botín de oro, plata y joyas, frente a la costa conocida como Treasure Coast.
En 2015, la empresa Booty Salvage, dirigida por la familia Schmitt, realizó exploraciones en la zona donde se encontraba el naufragio. Durante las inmersiones, los buzos hallaron 101 monedas de oro, pero solo 51 fueron reportadas a las autoridades, mientras que 50 fueron robadas y su paradero permaneció desconocido durante casi una década.
Una investigación posterior reveló que Eric Schmitt, miembro de la familia, estuvo involucrado en la venta ilegal de algunas de estas monedas. Tras rastrear las transacciones ilegales, las autoridades lograron recuperar 37 monedas de oro de diversas residencias y cajas de seguridad privadas. Entre ellas se encontraba una rara moneda de 1709 que había sido subastada ilegalmente por aproximadamente 50,000 dólares.
Los naufragios de la Flota de 1715 están protegidos por leyes federales que prohíben la excavación privada sin la debida autorización. En este caso, la empresa 1715 Fleet-Queens Jewels, que posee la concesión exclusiva para el salvamento de estos tesoros, colaboró estrechamente con las autoridades en la investigación.
Las 37 monedas recuperadas tienen un valor estimado de más de un millón de dólares y fueron acuñadas entre 1697 y 1712 en la Casa de la Moneda de Lima. Este hallazgo subraya la importancia histórica y cultural de los tesoros hundidos y refuerza la necesidad de proteger el patrimonio marítimo de Florida. Las autoridades continúan trabajando para localizar las 13 monedas restantes y llevar a los responsables ante la justicia.
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