La desesperación de los cubanos por abandonar el país debido a la grave crisis económica y social quedó nuevamente evidenciada este miércoles, cuando el Servicio de Guardacostas de Estados Unidos devolvió a Cuba a 43 migrantes que intentaron salir ilegalmente por vía marítima.
Entre los repatriados, que llegaron al puerto de Orozco, Bahía Honda, Artemisa, se encontraban 34 hombres, siete mujeres y dos menores de edad. Estas personas participaron en dos salidas clandestinas, poniendo en riesgo sus vidas al abordar embarcaciones sin las condiciones mínimas de seguridad para enfrentarse al peligroso trayecto por el mar.
Dos de los migrantes devueltos serán investigados por presuntos delitos cometidos antes de intentar huir del país.
Hasta la fecha, en 2024 se han registrado 90 retornos de migrantes desde diferentes países de la región, con un total de 1,312 personas involucradas.
La crisis en Cuba, marcada por la escasez de alimentos, medicinas y una inflación descontrolada, ha llevado a miles de ciudadanos a arriesgar sus vidas en embarcaciones precarias, a pesar del alto riesgo de naufragios y enfrentamientos con las autoridades. Las salidas ilegales no solo exponen a los migrantes a condiciones extremas en alta mar, sino también al peligro de involucrar a menores en estas travesías desesperadas.
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