Chicago vivió en las últimas horas momentos de tensión extrema cuando agentes de policía respondieron a un reporte de disparos dirigidos contra funcionarios federales durante operativos de inmigración en el vecindario de Little Village, conocido por su amplia comunidad de origen mexicano.
Según informó la policía local, no hubo personas heridas, pero el incidente intensifica la preocupación sobre la seguridad y la creciente confrontación entre autoridades y residentes.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) confirmó que los disparos provinieron de un hombre en un Jeep negro, aparentemente con la intención de impactar a los agentes, aunque ni el sospechoso ni el vehículo han sido localizados hasta el momento.
El hecho ocurre en medio de la Operación Midway Blitz, una campaña de dos meses de la Patrulla Fronteriza que ha incrementado su presencia y agresividad en los barrios de la ciudad, generando protestas por parte de la comunidad.
Durante la jornada, vecinos de Little Village salieron a las calles haciendo sonar silbatos, bocinas de automóviles y gritando consignas en contra de los agentes federales, quienes se encontraban fuertemente armados. Algunos manifestantes confrontaron directamente a la policía, que se cree está colaborando con los operativos.
La tensión también dejó daños materiales: un vehículo policial sufrió roturas mientras que según el DHS, algunos manifestantes arrojaron latas de pintura y ladrillos a los autos de las autoridades.
El contexto legal también ha cobrado relevancia, ya que esta semana una jueza federal emitió una orden que restringe el uso de la fuerza por parte de los agentes, tras comprobar que un alto funcionario de la Patrulla Fronteriza mintió sobre amenazas supuestas planteadas por los manifestantes. Este fallo busca proteger a la comunidad y limitar la violencia durante las operaciones migratorias.
La situación refleja un conflicto creciente entre las políticas federales de inmigración y la resistencia de las comunidades locales, que se sienten vulnerables y amenazadas. Organizaciones civiles y vecinos han expresado su rechazo a la presencia militarizada en barrios residenciales, mientras los operativos continúan generando protestas y confrontaciones. La Patrulla Fronteriza y la Oficina de Aduanas no han emitido comentarios adicionales sobre el incidente, dejando abiertas preguntas sobre seguridad, responsabilidad y derechos civiles en estas intervenciones.
Fuente: AP