La esperada Copa América de Béisbol 2025, que debía celebrarse del 13 al 22 de noviembre, terminó convertida en un auténtico fiasco. El torneo, anunciado originalmente con sedes compartidas entre Venezuela y Panamá, luego reconfigurado para disputarse únicamente en territorio panameño, fue finalmente cancelado a pocos días de su inicio por “inconvenientes de orden operativo y logístico”, según informó la WBSC Américas.
La noticia ha caído como un balde de agua fría en el béisbol continental, luego de semanas de anuncios oficiales, calendarios publicados y selecciones nacionales ya preparadas para viajar. En Panamá, donde se jugarían los partidos en los estadios Juan Demóstenes Arosemena y Mariano Rivera, incluso se había avanzado en detalles organizativos y promocionales.
Aunque no se han dado explicaciones precisas, fuentes cercanas a la organización señalan problemas financieros, de transporte y coordinación entre los promotores y las federaciones participantes. El golpe afecta directamente la planificación de varias selecciones, entre ellas la cubana, que veía en este torneo una oportunidad clave de preparación internacional.
La suspensión deja en entredicho la capacidad organizativa de la WBSC Américas y representa un duro revés para el béisbol regional, que buscaba relanzar una cita de carácter continental al estilo de otros deportes. Lo que prometía ser una fiesta de integración y competencia terminó en un sonoro papelón, alimentando las dudas sobre la seriedad de quienes manejan los destinos del béisbol en América.
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