El humorista cubano Jardiel volvió a arrancar carcajadas con sus ocurrencias, esta vez desde España, donde se encuentra hospedado en casa de familiares. Fiel a su estilo, no ha perdido ocasión de mostrar en redes sociales las diferencias que percibe entre la vida en la Isla y la realidad que ahora lo rodea.
En uno de sus últimos videos se le ve recorriendo un supermercado. Allí, una compatriota lo invita a acercarse a un mostrador donde, para su sorpresa, se ofrecía carne de potro. Su reacción no se hizo esperar: "Esto es carne de caballo, el levantamuertos de Cuba. Cada vez que uno estaba medio matungón…", dijo con ironía. La mujer que lo acompañaba le recordó que en la Isla venderla en el mercado negro podía costar hasta 25 años de cárcel. Y, fiel a su picardía, Jardiel remató: "Corrías más que el mismo potro que te comías".
La escena cerró con un gesto cariñoso hacia su acompañante cuando ella confesó que ese mismo día probaría la carne: "Te quiero, mima. Qué bien me caes. Te amo".
En otro video, Jardiel llevó su humor al terreno de las mascotas, mostrando cómo hasta los perros parecen tener una vida privilegiada en España. Frente a la cámara aparece sirviendo con cuidado la comida de Rocky, un perrito con "DNI, pasaporte y seguro médico". Mientras abre la lata, comenta entre risas: "Me pongo el nasobuco para cuidar la higiene del perro. Fue lo primero que me dijo la dueña… En su plato, con su cuchara, y su porción establecida por el nutricionista y el dietista".
El comediante no evitó la comparación con la escasez en su Marianao natal: "A mí, en Marianao, se me aprieta el condumio y le meto mano a esto sin susto. Se va lata y todo. Esto tiene pollo, proteína, minerales, vitaminas… ¡y sabe riquísimo! Y para que no sepan que estás comiendo comida de perro, ¡le rompes la etiqueta, viejo!".
Un tercer clip lo muestra caminando por una calle española, donde se detiene ante un hueco en la acera correctamente vallado para evitar accidentes. Con su habitual sarcasmo comentó: "¿Usted me va a cubanizar así tan rápido? No, no, eso no es así, mira la diferencia: ¿Ven que hay una rejita? Si fuera nuestro Marianao eterno y querido, o en cualquier lugar de nuestra isla bella y hermosa, la cerquita estaba invisible… Entonces lo que hubiese estado era el hueco. Y un apagoncito también".
De los pasillos de un supermercado hasta una simple calle, Jardiel convierte en humor las diferencias más cotidianas, conectando tanto con los cubanos de la Isla como con los que lo siguen desde fuera.
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