El periodista oficialista Ariel Terrero calificó este domingo de “grotesco, carente de sostén económico alguno” el relato promovido por el Gobierno cubano que acusa al medio El Toque de distorsionar el mercado cambiario nacional. En un extenso análisis publicado en Facebook, Terrero advirtió que la aceptación acrítica de ese discurso carece de todo rigor técnico.
Explicó que manipular un mercado cambiario exige intervenciones deliberadas y altamente costosas por parte de actores con gran poder financiero, como bancos centrales o corporaciones globales, algo fuera del alcance de un medio digital. A modo irónico, afirmó que George Soros “miraría con envidia a José Jasán (Nieves, fundador y director del medio digital) de resultar creíbles las capacidades atribuidas a El Toque”.
Terrero sostuvo que el observatorio financiero del medio es demasiado pequeño y carece de validación técnica para medir un mercado opaco y fragmentado como el cubano. Si bien reconoció que la Tasa Representativa del Mercado Informal (TRMI) se ha convertido en referencia ante la ausencia de datos oficiales, subrayó que en la práctica muchas de las tasas reales usadas en las transacciones cotidianas difieren de la cifra que publica el medio.
El decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana cargó también contra el financiamiento extranjero del proyecto, pero aun así admitió que culparlo por los movimientos del mercado cambiario “carece de lógica económica”, pues para influir en precios se requiere capacidad financiera real, no la recopilación de datos en redes sociales.
Además, reconoció que el Banco Central de Cuba (BCC) dejó un vacío informativo que El Toque simplemente ocupó ante la incapacidad del Estado de construir un mercado cambiario flexible y transparente. Una incapacidad que, según Terrero, se arrastra desde hace años.
El periodista apuntó directamente a la responsabilidad estatal en la crisis: “Las autoridades han seguido aferradas a tasas oficiales que andan por un lado mientras el mercado real -mal llamado informal- anda por otro. La promesa de crear un mercado cambiario “funcional y transparente”, que reitera el BCC en estos días, está en pie oficialmente desde hace más de tres años. Sigamos esperando”.
Las reacciones de economistas en los comentarios fueron aún más contundentes.
La economista Ileana Díaz Fernández recordó que la actual situación deriva de una brecha informativa creada por el propio Estado.
El economista Oscar Fernández aseguró que alguien dentro del Gobierno ha bloqueado durante al menos tres años cualquier intento de formalizar el mercado, y que el daño es ya “irreversible”.
El historiador Félix Julio Alfonso desmontó el argumento oficialista al afirmar que la tasa publicada por El Toque “no es el causante de ninguno de los gravísimos problemas de la economía cubana”, desde la insuficiencia salarial hasta la dolarización del consumo.
Por su parte, el economista Hiram Marquetti recordó fallos técnicos estructurales, como que los arquitectos de la Tarea Ordenamiento no previeron la necesidad de sostener el mercado cambiario, debilitando a CADECA y manteniendo un tipo de cambio de 1x24 que perjudica a las empresas vinculadas al comercio exterior.
Las opiniones de los usuarios fueron aún más directas.
“Hablar porquería es gratis y en eso el gobierno cubano no tiene rival”, comentó uno.
Otro, más escueto, sostuvo que culpar a un actor externo es el recurso clásico de un sistema que evita reconocer su responsabilidad.
Un análisis más profundo en los comentarios apuntó a la raíz del problema: la policrisis económica, social y política del país se intensifica precisamente porque el Gobierno se niega a reconocer su papel en la creación del desastre actual.
Mientras Terrero hacía su crítica, el medio enfrentaba una escalada de hostigamiento.
Este domingo, José Jasán Nieves reafirmó su compromiso político con la democracia en Cuba, tras semanas de ataques desde las instituciones oficiales.
La ofensiva comenzó el 29 de octubre, cuando el canciller Bruno Rodríguez alegó tener “pruebas” de manipulación de la tasa de cambio. Le siguió el vocero Humberto López, quien acusó a El Toque de participar en un “programa integral de guerra económica” y de operar un esquema de “terrorismo financiero”. Incluso insinuó procesos penales y la posible inclusión del proyecto en listas de entidades vinculadas al terrorismo.
El gobernante Miguel Díaz-Canel también arremetió contra el medio, acusándolo de recibir financiamiento externo para deprimir la moneda cubana. El Banco Central de Cuba reforzó esa narrativa, cuestionando la legitimidad de la TRMI.
Las acusaciones contrastan con una realidad evidente: Cuba no tiene un mercado cambiario funcional, y esa ausencia obliga tanto a ciudadanos como a empresas a usar como referencia el valor del mercado informal, un espacio donde el Estado no ofrece datos, mecanismos ni soluciones.
Mientras el Gobierno insiste en buscar culpables externos, economistas, periodistas y ciudadanos coinciden en un punto: la crisis cambiaria que atraviesa Cuba es un resultado directo de decisiones internas, no de un medio digital que refleja lo que ya ocurre en la calle.
La Casa Blanca reitera compromiso de Trump de entregar dividendos de $2,000 por aranceles
Hace 1 día
¡Aparecieron las donaciones requeridas para salvar a Diago Daniel! Milagro de solidaridad
Hace 1 día