El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) publicó recientemente una declaración oficial donde expone la disposición de recibir a los médicos cubanos que decidieron no regresar al concluir su misión en Brasil, además de ofrecerles empleo en el sistema nacional de salud.
Carlos Durades Betancourt, un odontólogo cubano impedido de visitar su tierra natal en 8 años por las leyes que nombran como desertores a los profesionales que deciden no regresar a la Isla o que abandonan el cumplimiento de las llamadas "misiones", ha contestado magistralmente:
"Esta declaración es una respuesta conveniente de un gobierno a argumentos en su contra en la necesidad de acumular selectivamente capital político en su favor, porque la situación se los permite. No regalen lo que no es suyo, la Patria es de todos los cubanos".
Como dice un amigo: Eso debería ser simplemente un derecho inalienable que no habría que aclarar. Lo que debía darnos vergüenza como nación que un ministerio tenga que emitir una nota oficial para "dar permiso" a un ciudadano a que regrese a su propio país. ¡Increíble!
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