La carretera de Isabela, que conecta importantes comunidades de Sagua la Grande, se encuentra en un estado de tal deterioro que un accidente parece inminente. Vecinos y ciudadanos de la zona expresan su preocupación por la falta de mantenimiento, la presencia de baches y socavones que dificultan la circulación segura, y la escasa señalización en tramos críticos.
Desde el sitio Revolico Sagua la Grande, los residentes han hecho un llamado urgente a las autoridades, advirtiendo que la situación ya no puede postergarse.
“A quien no le duela no me interesa, a mí sí, porque es mi tierra y no me avergüenza expresarlo”, declaró un habitante preocupado por la seguridad de quienes transitan diariamente por la vía.
Esta frase refleja el sentimiento compartido por muchos: una mezcla de indignación y amor por su comunidad que impulsa la exigencia de soluciones inmediatas.
El peligro no es solo teórico. Conductores locales han reportado múltiples incidentes menores que, por fortuna, no han terminado en tragedia. Sin embargo, la acumulación de daños en la carretera y la falta de atención oficial aumentan la probabilidad de accidentes graves.
Familias, transportistas y peatones coinciden en que el riesgo se multiplica durante la noche o en condiciones climáticas adversas, cuando los baches y obstáculos son más difíciles de ver.
Más allá de la preocupación por la seguridad, los vecinos alertan sobre el impacto social y económico de este abandono. La carretera es vital para el transporte de productos agrícolas, el acceso a servicios médicos y la conectividad entre comunidades. Su deterioro afecta la vida cotidiana, limita oportunidades y genera un sentimiento de abandono.
La situación en Isabela es un llamado a la acción. La voz de quienes aman su tierra y defienden su seguridad no puede ignorarse. Los habitantes de Revolico Sagua la Grande exigen medidas inmediatas: reparación de la vía, señalización adecuada y mantenimiento constante, para evitar que el caos en la carretera se traduzca en tragedia.
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