Autoridades locales detuvieron en la noche de este lunes a un grupo de balseros cubanos que llegó a Estados Unidos, justo por Coral Gables.
Se trata de siete cubanos, de entre 22 y 40 años que zarparon hace más de una semana de Playa Baracoa en La Habana, Cuba rumbo a su sueño de libertad, informó la reportera Maylin Legañoa.
La policía local los encontró vagando dentro de un parque en Coral Gables, según el propio testimonio de los balseros, habían desembarcado en Matheson Hammock Park.
La policía de Coral Gables y Miami-Dade les proporcionó agua, comida y mantas mientras esperaban a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU, dijo en un reporte NBC Miami.
Los primeros informes indican que los cubanos podrían haber sido traídos y dejados en un banco de arena en Matheson Park, cerca del restaurante Redfish, por lo que la patrulla fronteriza (CBP) está investigando el suceso como un evento de contrabando marítimo.
Por su parte, los emigrantes entrevistados negaron haber participado en las protestas ocurridas en Cuba, aludiendo a que mantenían un perfil bajo para poder construir su bote, de allí que CBP está buscando el presunto barco rústico para corroborar esta versión de los hechos.
En tanto, el abogado de Arce Immigration, Miguel Díaz, aclaró que si se trata de contrabando marítimo, podría aumentar las posibilidades de que los migrantes no sean deportados.
"Hay dos visas específicas que están disponibles para las personas que son objeto de trata de personas", dijo.
Otra opción para los recién llegados, que están ahora en custodia federal, es solicitar asilo político: "necesitan demostrar que temen ser enjuiciados por el gobierno cubano por relatos de tener una opinión política en contra del gobierno", añadió el experto.