El presidente ruso, Vladimir Putin, sostuvo este jueves una conversación telefónica con Nicolás Maduro en la que ratificó su apoyo político y estratégico al mandatario venezolano, en un contexto marcado por el creciente despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe y la reciente incautación de un petrolero cerca de las costas de Venezuela.
Según el comunicado oficial del Kremlin, Putin expresó “solidaridad con el pueblo venezolano” y confirmó su respaldo a las decisiones del gobierno de Maduro, señalando que están orientadas a “proteger la soberanía e intereses nacionales ante la creciente presión externa”. Moscú insistió en que continuará profundizando sus vínculos con Caracas.
Durante la llamada, ambos mandatarios reiteraron su “compromiso mutuo” con el desarrollo de proyectos conjuntos en sectores clave como la energía, el comercio y la industria. Rusia y Venezuela mantienen desde hace años una estrecha cooperación que se ha fortalecido a pesar de las sanciones internacionales contra el régimen de Caracas.
La comunicación se produjo en medio de un incremento significativo de la tensión entre Venezuela y Estados Unidos. Washington ha intensificado en los últimos meses sus acciones económicas y militares contra el gobierno de Maduro, al que acusa de operar como un “régimen narcoterrorista”. En septiembre, la administración estadounidense activó un amplio operativo en el Caribe que incluye el portaaviones USS Gerald R. Ford —el más grande del mundo— junto a más de 15.000 soldados y aeronaves de combate.
Este despliegue se complementa con operaciones de interdicción marítima dirigidas a bloquear presuntos envíos de drogas, una estrategia que, según voceros estadounidenses, forma parte de un “conflicto armado” contra los carteles. En ese marco, esta semana se produjo la incautación de un petrolero cerca de Venezuela, hecho que elevó aún más la tensión entre ambos gobiernos.
Maduro ha respondido señalando que Estados Unidos impulsa acciones destinadas a desestabilizar su gobierno y despojar a Venezuela de sus recursos naturales. A su vez, ha reforzado la alianza estratégica con Moscú, anunciando meses atrás un nuevo tratado de cooperación que ampliaría la presencia rusa en el país sudamericano.
El presidente estadounidense Donald Trump, por su parte, ha mantenido un tono abiertamente confrontativo. En repetidas ocasiones ha advertido que los días de Maduro “están contados” y ha sugerido que operaciones militares directas contra estructuras vinculadas al narcotráfico podrían producirse “muy pronto”, incluso dentro de territorio venezolano.
La llamada entre Putin y Maduro se interpreta como un mensaje directo a Washington, reafirmando que Rusia continuará respaldando al gobierno venezolano en escenarios diplomáticos, económicos y de seguridad. Mientras tanto, la región observa con preocupación el aumento de tensiones entre potencias, con el Caribe convertido en un nuevo punto de fricción geopolítica.
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