La histórica derrota de Saúl “Canelo” Álvarez ante Terence Crawford en Las Vegas ha provocado un sismo en el mundo del boxeo, y con ella, el nombre de Yordenis Ugás vuelve a ocupar un lugar privilegiado en los titulares.
Mientras el mundo asimila el nuevo logro del invicto estadounidense —campeón indiscutido en tres divisiones—, vale la pena recordar que hubo un hombre que ya logró lo que Canelo no pudo: vencer a Crawford. Y no solo a él. También al legendario Manny Pacquiao. Ese hombre es el cubano Yordenis Ugás.
Un fan lo recordó recientemente con una imagen generada por inteligencia artificial que el propio Ugás compartió en su perfil de Facebook con orgullo: “Muy orgulloso. Esto es historia”. Y no exagera.
En 2007, durante el 1.º Clasificatorio Panamericano de Barquisimeto, Venezuela, Ugás derrotó a un jovencísimo Crawford en semifinales con marcador de 27–10. En ese momento, el cubano ya era una figura respetada en el boxeo amateur, con un título mundial AIBA y medallas en torneos internacionales.
Años más tarde, el 21 de agosto de 2021, Ugás volvería a escribir su nombre en la historia al vencer por decisión unánime a Manny Pacquiao en Las Vegas. Contra todo pronóstico, y con una estrategia precisa de contraataque, derrotó al filipino con tarjetas de 116–112, 116–112 y 115–113, defendiendo su título de la WBA en peso welter.
Ese doble triunfo —uno en el terreno amateur, otro en el profesionalismo— lo convierte en una figura única. Ningún otro boxeador en el mundo ha logrado vencer tanto a Crawford como a Pacquiao. Ni siquiera los ocho hombres que derrotaron a Pacquiao profesionalmente pueden decir lo mismo.
Hoy, tras la caída del Canelo frente a Crawford, la hazaña de Ugás cobra una nueva dimensión. El mexicano, considerado uno de los grandes del boxeo moderno, no logró descifrar al técnico estadounidense, que se impuso con tarjetas de 116–112, 115–113 y 115–113.
En contraste, Ugás supo encontrar las claves para vencerlo en sus inicios. Su triunfo no fue casualidad ni accidente: fue producto del talento, la disciplina y una lectura del ring excepcional.
Desde el exilio, el boxeador cubano simboliza no solo la excelencia deportiva, sino también lo que el deporte en Cuba pudo haber sido bajo otras circunstancias. “Esto es historia”, escribió. Y lo es. Ugás está solo en la cima de una estadística que podría no repetirse jamás.
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