El periodista independiente cubano Boris González Arenas se encuentra bajo vigilancia policial en su vivienda de La Habana y tiene prohibido salir desde la mañana del 28 de octubre, según denunció este martes su esposa, Juliette Isabel Fernández, a través de redes sociales.
De acuerdo con su testimonio, un agente de la Seguridad del Estado permanece apostado en la entrada del edificio donde residen, con el objetivo de impedirle cualquier movimiento, lo que la familia considera una medida de control político.
El cerco coincide con la jornada en que el Gobierno cubano organizó marchas oficiales para conmemorar la desaparición física del comandante Camilo Cienfuegos (1932-1959) y manifestarse contra el embargo estadounidense, justo cuando en la Asamblea General de la ONU se iniciaba el debate anual sobre esa política.
Analistas y observadores independientes han interpretado esta coincidencia como una acción preventiva del régimen para evitar expresiones críticas o manifestaciones paralelas.
En su publicación, Fernández cuestionó las prioridades del Gobierno, señalando que, mientras el huracán Melissa, de categoría 5, se acercaba al oriente del país, las autoridades destinaban recursos a la represión interna.
“Faltan horas para que entre el ciclón y el régimen solo se dedica a reprimir”, escribió, denunciando la falta de respuesta ante la inminente emergencia meteorológica.
No es la primera vez que González Arenas enfrenta medidas represivas. En 2020, fue detenido violentamente en su domicilio, un hecho que el activista Ariel Ruiz Urquiola calificó como un “secuestro”.
Según relató entonces su esposa, tres agentes vestidos de civil irrumpieron en el hogar, encabezados por un oficial identificado como capitán Pável, de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). Sin presentar orden judicial, exigieron al periodista que los acompañara para “rendir explicaciones” por supuestos citatorios previos. Ante su negativa, fue esposado y sacado por la fuerza, en presencia de su familia.
Conocido por su activismo en defensa de las libertades civiles y la libertad de prensa, González Arenas ha denunciado durante años el acoso sistemático contra comunicadores independientes en Cuba. Ha formado parte de medios alternativos como 14ymedio y Diario de Cuba, donde ha abordado temas políticos, sociales y culturales con una mirada crítica hacia el poder.
Organizaciones internacionales como el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) y Artículo 19 han documentado su caso en informes recientes, señalándolo entre los profesionales de la prensa sometidos a vigilancia, arrestos arbitrarios y campañas de descrédito por parte del Estado cubano.
Hasta el cierre de esta información, el periodista seguía confinado en su hogar, bajo supervisión policial constante, sin que se le haya notificado ninguna causa legal que justifique la medida.
La vigilancia ocurre en una fecha de alto simbolismo político para el régimen y coincide con el inicio del debate internacional sobre el embargo estadounidense, lo que, según analistas, revela el temor oficial a las voces disidentes y al ejercicio libre del periodismo independiente.
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