El vuelo 3923 de la aerolínea Southwest que salió el pasado domingo poco después del mediodía del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana con destino final en Fort Lauderdale tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia luego de que se incendiara uno de los motores segundos después del despegue.
Las autoridades dijeron que investigan las causas del incidente pero que el fuego se generó luego de que la aeronave colisionara con un grupo de pájaros.
Videos en redes sociales muestran la desesperación que vivieron los pasajeros, muchos de los cuales aseguran que les tomará un tiempo volver a viajar.
"Nacimos, 150 gentes nacieron ayer. Yo me vi muerta, no podíamos respirar", dijo a la cadena Telemundo Jenni González tras llegar al aeroopuerto de Fort Lauderdale este lunes.
"Lo único que hice fue escribirle a mi esposa y decirle saluda a mis hijos que los amo”, comentó por su parte Jorge Montesino al citado medio.
“Ya íbamos a empezar a entrar en las nubes y se escuchó una explosión muy grande... Rápidamente el avión se llenó de humo y costaba respirar... Se veía la candela y el humo entrando, todavía estoy afectado”, agrega.
Steven Rodríguez cuenta que la desesperación aumentó cuando las máscaras de oxígeno no caían.
“La gente empezó a tomar el asunto en sus propias manos y por la fuerza estaban golpeando el techo para expulsar las máscaras. Y la gente tenía los nudillos ensangrentados y todo porque estaban golpeando el techo. Había niños pequeños en el avión y mujeres mayores”, recuerda.
Todas las personas que iban en el avión lograron salir con vida. Según el reporte de las autoridades, dos fueron atendidas por heridas leves.
“Nos tiramos por un canal inflable, todo el mundo ayudándose, las mamás con los niños, auxiliándonos entre nosotros ahí”, recordó Dulce Meléndez.
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