El Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) informó este miércoles más de 4,400 casos febriles sin diagnóstico específico, reflejo de la compleja situación epidemiológica que atraviesa el país debido a la dispersión de varios virus transmitidos por mosquitos.
La doctora Susana Suárez Tamayo, directora de Salud Ambiental, reveló en el programa televisivo Buenos Días que 4.406 personas fueron captadas con síndrome febril inespecífico, de las cuales 2.883 permanecen ingresadas en el hogar y 552 hospitalizadas. Actualmente, 45.617 pacientes siguen bajo ingreso por fiebre sin diagnóstico, mientras 101 se encuentran en terapia intensiva, 64 de ellos menores de edad.
El MINSAP confirmó además 242 nuevos casos de dengue, 176 más que el día anterior, con una positividad de 16,6%. Las provincias más afectadas son Pinar del Río, Holguín, Granma, Matanzas y Mayabeque. En cuanto a la fiebre de Oropouche, no se notificaron nuevos contagios.
Respecto al chikungunya, se reportaron 628 nuevos casos, aunque solo 47 confirmados por PCR. En total, 35.452 personas han enfermado en 15 provincias. La situación antivectorial también es crítica: se detectaron 333 nuevos focos del mosquito Aedes aegypti, con un índice de infestación nacional de 0,71%, siendo Camagüey, Pinar del Río y Sancti Spíritus las más afectadas.
Suárez insistió en que la población debe mantener el ordenamiento sanitario y colaborar con las campañas antivectoriales, aunque el país enfrenta falta de personal, roturas de equipos y escasez de recursos para fumigación.
La población cubana ha denunciado en numerosas ocasiones que los hospitales se encuentran colapsados y que prácticamente no hay medicamentos para contrarrestar la fiebre y los dolores. Los médicos solo recomiendan “hacer reposo” y “tomar abundante líquido”. Sin embargo, en miles de hogares cubanos, beber un vaso de agua es un lujo, lo que agrava aún más la crisis sanitaria.
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