María Elvira Salazar, una reconocida congresista estadounidense de origen cubano, periodista y defensora de los derechos humanos, no cesa en su empeño de ver a una Cuba libre. Su trayectoria profesional incluye años en medios de comunicación y una firme participación en la política de Estados Unidos, donde se ha destacado por su voz crítica hacia regímenes autoritarios, especialmente el cubano.
Salazar representa una perspectiva intransigente frente a la dictadura en Cuba, basada en su experiencia personal y familiar, así como en su compromiso con la promoción de la libertad y la justicia para el pueblo cubano.
En recientes declaraciones en redes sociales, Salazar se dirigió directamente al Partido Comunista cubano, afirmando que “Fidel no fue un héroe, fue un tirano asesino. Dejaron al pueblo sin comida, sin libertad y sin esperanza”.
Con estas palabras, la congresista no solo critica al histórico líder de la revolución cubana, sino que también denuncia el legado de hambre, miseria y opresión que, según ella, ha marcado a la Isla durante más de seis décadas.
Su postura refleja la indignación de quienes consideran que la revolución cubana traicionó las esperanzas de una democracia auténtica y sumió al país en un sistema de control político y social que aún persiste.
El mensaje de María Elvira ha encontrado eco en numerosos comentarios de cubanos dentro y fuera de la Isla, quienes destacan la importancia de mantener la memoria histórica y de exigir cambios reales para la población.
Los usuarios coinciden en que la dictadura no solo falló en mejorar las condiciones de vida del pueblo, sino que también persiguió a quienes defendieron la libertad y los derechos fundamentales. Para muchos, las palabras de Salazar representan un llamado a la acción internacional y a la responsabilidad de gobiernos y organizaciones que buscan apoyar la transición hacia una Cuba libre.
La postura de María Elvira Salazar es clara: no hay lugar para la neutralidad frente a la dictadura cubana. Su discurso combina un fuerte componente ético con una agenda política que exige justicia, transparencia y el fin de la opresión en Cuba.
Como congresista, ha utilizado su posición para visibilizar los abusos del régimen, promover sanciones a quienes sostienen la represión y respaldar iniciativas que faciliten el acceso de los cubanos a derechos básicos, como alimentación, medicinas y libertad de expresión. Su voz representa a miles de cubanoamericanos que buscan mantener la presión sobre el régimen y exigir un cambio que permita a Cuba recuperar su dignidad y prosperidad.
María Elvira Salazar se mantiene como una figura firme y crítica frente a la dictadura cubana, usando su plataforma política para denunciar los crímenes del pasado y exigir un futuro de libertad para todos los cubanos. Su mensaje es intransigente: la dictadura no puede ser glorificada, y la lucha por los derechos humanos sigue siendo urgente.
Fuente: La Nueva Cuba
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