El principal directivo de la industria farmacéutica cubana anunció que, a partir del próximo mes de junio, comenzaría a mejorar la producción de medicamentos en el país, que actualmente sufre una carencia excesiva de fármacos incluso en el mercado negro.
En declaraciones al diario oficialista Granma, Eduardo Martínez Díaz, presidente del Grupo Empresarial de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba (BioCubaFarma), dijo que el desabastecimiento se agravó en 2021.
La escasez se ha manifestado tanto en los producidos por BioCubaFarma como en los importados por el Ministerio de Salud Pública (Minsap), extendiéndose hasta la actualidad.
“El año pasado, la falta de medicamentos producidos por el Grupo tuvo un promedio mensual de 121, de los 359 que debíamos garantizarle al cuadro básico. Algunos de ellos estuvieron afectados por varios meses, de otros se hicieron entregas parciales y solo una parte se ha podido garantizar con cierta estabilidad”, precisó Martínez.
La entidad provee al Sistema de Salud más de 900 productos, entre ellos, medicamentos, vacunas, otros para uso estomatológico, sistemas de diagnóstico, equipos y dispositivos médicos. De manera estable, según el funcionario, se ha comportado la distribución del Timolol 0,5 % colirio, medicamento oftalmológico de amplio uso, que alcanzó una demanda de 1 139 700 unidades en el año y se entregaron 1 278 500.
“En varias ocasiones hemos explicado las causas de esta situación. La fundamental es no contar con todas las materias primas e insumos que se requieren para la producción. También algunos medicamentos quedaron en falta o con baja cobertura por roturas en el equipamiento”, explicó.
Martínez indicó que la falta de materias primas se debe a no contar con el “financiamiento necesario” para adquirirlas.
“La mitad del financiamiento disponible el pasado año se utilizó en el desarrollo y producción de las vacunas contra la COVID-19, y de fármacos comprendidos en el protocolo de tratamiento de esta enfermedad”, dijo.
Como ejemplo de las afectaciones por un largo periodo de tiempo, citó la escasez de vitaminas, que afectan medicamentos como el Truabin y el Polivit. “A este escenario se añade que la pandemia provocó un colapso en la logística internacional, que también afecta la llegada de las materias primas. Tenemos cargas en diferentes puertos esperando para ser transportadas al país”, expuso.
“En los primeros meses de este año el escenario seguirá siendo difícil, tenemos que decirlo con claridad y no crear falsas expectativas”, advirtió el directivo. Sin embargo, planteó que, a partir de los “análisis realizados”, la situación podría empezar a cambiar en junio de manera general.
“No será antes, porque para ello ya debíamos tener las materias primas, o que estas estuvieran navegando hacia el país, y no es lo que está sucediendo”, apuntó. En enero han estado en falta 136 medicamentos.
“Por ejemplo, del Enalapril no se pudieron entregar los 42 millones de tabletas que se necesitan en el país para cubrir la demanda de un mes, quedando parcialmente desabastecidas dos provincias; por lo tanto, se considera en falta nacional. Este fármaco utiliza más de 15 componentes para su fabricación, y la causa por la cual no se produjo toda la cantidad necesaria fue por no contar con el material de envase primario”, detalló.
“Por otra parte, tenemos 110 medicamentos que tributan a la atención de los pacientes graves. De estos se encuentran en falta 19, de los cuales cuatro están en producción y se suministrarán en febrero; 13 cuentan con las materias primas financiadas, pendiente de arribo al país; y dos pendientes de financiar”, añadió.
De igual modo, el funcionario criticó la venta ilegal de medicamentos, asegurando que esta actividad “causa irritación en nuestra población” obviando las molestias que ocasiona la carestía en las farmacias de administración estatal y cuánto condiciona, justamente, la oferta del mercado negro.