Un nuevo vuelo de devolución de migrantes irregulares procedente de las Bahamas arribó este lunes 1ro de julio a La Habana, con un total de 20 ciudadanos cubanos a bordo, entre ellos 9 hombres, 7 mujeres y 4 menores de edad, según informaron medios oficiales.
Estas personas habían salido ilegalmente del país por vía marítima, intentando llegar a territorio extranjero sin autorización legal. Las autoridades cubanas señalaron que tres de los repatriados fueron entregados directamente a órganos de investigación criminal, por estar presuntamente implicados en delitos cometidos antes de su salida del país.
Con esta operación, suman ya 21 vuelos de deportación realizados en lo que va del año desde diversas naciones de la región, en los que un total de 696 migrantes cubanos han sido devueltos a la Isla. La mayoría de ellos partieron en frágiles embarcaciones o a través de rutas no autorizadas, en busca de mejores oportunidades o intentando reunirse con familiares en el exterior.
El régimen cubano, a través de sus canales oficiales, insiste en condenar las salidas ilegales del país, a las que califica como “peligrosas” y “de alto riesgo para la vida humana”. Al mismo tiempo, reafirma su supuesto compromiso con una “migración segura, ordenada y regular”.
Sin embargo, para miles de cubanos que arriesgan sus vidas en el mar Caribe o en rutas terrestres peligrosas, la realidad es distinta. La mayoría de los migrantes irregulares huyen de la profunda crisis económica, la falta de libertades políticas, la represión y el deterioro del nivel de vida en Cuba. Muchos se ven obligados a lanzarse al mar con lo poco que tienen, sabiendo que las posibilidades de sobrevivir o lograr su objetivo son escasas.
Organizaciones de derechos humanos y activistas han denunciado que, una vez de vuelta en la Isla, muchos de estos migrantes enfrentan represalias, vigilancia o restricciones, especialmente si son considerados opositores o si estuvieron involucrados en hechos que el régimen califica como “contrarrevolucionarios”.
La creciente cifra de deportaciones desde países vecinos —incluidos EE.UU., México, Bahamas y otros del Caribe— evidencia la magnitud del éxodo cubano, que no cesa pese a las advertencias del gobierno ni a los peligros de las travesías.
Habla familia de cubano de 75 años que murió bajo custodia de ICE: “Lo dejaron morir”:
Hace 14 horas