La activista y curadora de arte Anamely Ramos convocó este jueves a una marcha hasta las oficinas de American Airlines en la ciudad de Coral Gables, Miami, después de que la compañía le impidiera abordar un vuelo hasta Cuba, a consecuencia de una negativa del régimen de La Habana.
Desde el restaurante Versailles, Ramos, integrante del Movimiento San Isidro (MSI) hizo una directa en redes sociales para expresar su decisión de continuar la protesta pública. “El reclamo sigue siendo el mismo, el derecho a regresar”, dijo.
La convocatoria es para salir a las 5:30 p.m. desde el Versailles, un conocido espacio de concentración del exilio cubano en Miami. La activista pidió que asistieran con una maleta para ir con ella hasta las oficinas en 901 Ponce de Leon.
“Ahí vamos a permanecer en vigilia hasta por la noche”, explicó. “Es legítimo y es justo mi derecho a regresar a Cuba y vamos a insistir en eso. Quiero unir mi reclamo al de la libertad de los presos políticos cubanos, es el mismo horror”, enfatizó.
“Al final están violando nuestros derechos de una manera o de otra y es mi intención que la visibilidad que consigamos con lo que estamos haciendo acá, también sea la de esos presos, los que más están sufriendo hoy en las cárceles”, dijo.
Ramos recordó que el fundador del MSI, Luis Manuel Otero, permanece en huelga en prisión, mientras que el rapero Maykel “Osorbo” Castillo, miembro de la misma organización, se encuentra enfermo en la cárcel.
“Tenemos que estar juntos. Las madres que están luchando allá, los activistas vigilados y nosotros desde acá (…) Todos los cubanos que quieran venir mañana (jueves) es también por aquellas personas que no han podido volver durante décadas de dictadura”, agregó.
La víspera, Ramos se trasladó hasta el Versailles desde el Aeropuerto Internacional de Miami, luego de que American le comunicara que no podía abordar el vuelo hasta La Habana por una negativa de las autoridades migratorias cubanas.
“Dejemos de naturalizar estos procesos. No dejemos que Cuba siga pasando su responsabilidad a otros. Ni Estados Unidos como gobierno, ni la aerolínea, ni migración, deberían aceptar ese traspaso de responsabilidad”, reclamó en redes sociales.
Ramos y otras activistas como Omara Ruiz Urquiola, insistieron en acusar a la aerolínea estadounidense de complicidad con el régimen cubano al permitirle atropellos semejantes. Legalmente, la activista no tiene residencia en EE.UU., adonde ingresó con visa de turista.
Sin embargo, mantiene en Cuba su residencia y ciudadanía de acuerdo con las leyes migratorias vigentes en la isla, por lo cual, técnicamente, tendría todos los derechos para volver al país. En defensa de la orden gubernamental, el vocero oficialista Humberto López esgrimió el Decreto-Ley 302 de 2012.
“A los efectos de la entrada al territorio nacional, resulta inadmisible toda persona que se encuentre comprendida en alguno de los supuestos siguientes: Organizar, estimular, realizar o participar en acciones hostiles contra los fundamentos políticos, económicos y sociales del Estado cubano”, señala el Artículo 24.1 de dicho decreto citado por López.
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