El presidente de Casa de las Américas, Abel Prieto, comentó el miércoles desde La Habana que la crisis migratoria actual, de la cual son parte miles de cubanos, es consecuencia de la colonización cultural en la región, a la que son sometidas las personas a través de los grandes medios de comunicación.
Durante un encuentro con periodistas de la agencia de noticias gubernamental Prensa Latina, el exministro de Cultura subrayó la supuesta colonización desde las grandes empresas como un fenómeno de incidencia en Cuba y el mundo.
De ese modo, advirtió cómo ello influye en la situación migratoria actual, la incursión en aventuras peligrosas durante el éxodo y la exposición a traficantes de personas, indicó un despacho de la referida agencia sobre el intercambio.
Prieto dijo que la manipulación mediática desde espacios hegemónicos vende la idea del sur como sinónimo de desamparo y, en contraposición, propone la presunta felicidad, libertad y desarrollo del norte. Asimismo, señaló que esas cuestiones habían sido advertidas por el fallecido dictador Fidel Castro.
Según el escritor y ensayista, la colonización borra la historia y la memoria y empuja al desconocimiento de las raíces y orígenes. De igual forma, enfatizó en el papel de las redes sociales para las campañas contra procesos “de carácter progresista y de izquierda como el de Cuba”. Prieto sostuvo que la manipulación contrarrevolucionaria comprende las emociones, sentimientos, odio y símbolos.
También advirtió la importancia del papel de los maestros, instructores de arte, líderes comunitarios y familias en el rescate de la idiosincrasia, valores y tradiciones propias de la cubanía. Más adelante, llamó a divulgar, desde las plataformas digitales, el pensamiento de Fidel Castro y la riqueza del ideario del periodista y escritor José Martí, pero con los códigos empleados por las nuevas generaciones.
El exministro, al hablar sobre la venidera Feria del Libro de La Habana, del 20 al 30 de abril, insistió en la necesidad del rescate de la lectura que, a su entender, ha sido un ejercicio impulsado por el gobierno para el “acceso a la justicia, democracia y conocimiento”.
Desde el régimen ha habido otros llamados a fomentar los hábitos de lectura en medio de la aguda crisis en el país, que trasciende las necesidades materiales. el primer ministro de Cuba, Manuel Marrero, decidió recomendarle la semana pasada al pueblo, a través de Twitter, que leyera en ocasión del Día del Libro Cubano. Pero, de inmediato, varios internautas le recordaron al funcionario las dificultades para tomar un libro en las manos cuando las familias apenas tenían con qué alimentarse.
Otros apuntaron que el castrismo había utilizado por décadas la literatura para adoctrinar a cubanos desde sus primeros años de vida. “Es de p**** leer con hambre, Marrero”, respondió un usuario, que acompañó sus palabras con la etiqueta #SOS Cuba, creada en redes para llamar la atención sobre la represión y dificultades humanitarias en la isla.
“Hoy en el mundo se lee cada vez menos y lo que se lee tiene cada vez menos calidad. Cuba fue un país de lectores. Tenemos que evitar que sigan retrocediendo los hábitos de lectura entre nosotros”, había expresado Abel Prieto entonces.
“Educadores, bibliotecarios, instructores de arte, profesionales de los medios, editores, libreros, escritores, debemos trabajar articuladamente para defender la lectura, que es defender la inteligencia, el pensamiento, la imaginación creadora, frente a la ofensiva abrumadora de la frivolidad y la estupidez”, agregó.
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