Una tragedia estremeció al distrito de Queens, en Nueva York, cuando una bebé de tan solo un mes falleció en circunstancias devastadoras tras ser atacada por el perro de la familia mientras dormía con sus padres.
El fatídico suceso ocurrió en el interior de un apartamento del complejo residencial Queensbridge Houses, uno de los más grandes conjuntos de viviendas públicas en Estados Unidos.
Según los informes oficiales del Departamento de Policía de Nueva York, la llamada de emergencia se realizó alrededor de las 6:40 de la mañana, cuando la madre, de 27 años, descubrió que su hija presentaba graves heridas en el rostro.
Los servicios médicos de urgencia no pudieron hacer nada más que certificar la muerte de la pequeña. Las primeras informaciones indicaban que las mordeduras del perro fueron la causa del fallecimiento, pero se espera que la Oficina del Médico Forense confirme con exactitud la causa a través de una autopsia.
“Las autoridades aún no han determinado si hubo negligencia, pero la investigación se centra ahora en la supervisión del animal y las condiciones en las que convivía con la bebé”. El perro fue retirado del domicilio mientras los agentes continúan recopilando pruebas. Por ahora no se han presentado cargos, aunque se estudia la posibilidad de que los responsables legales de la menor enfrenten consecuencias legales si se determina una falta de cuidado.
El caso genera una profunda conmoción en la comunidad, sobre todo porque varios vecinos ya habían expresado anteriormente su preocupación por el comportamiento del perro. De acuerdo con testimonios recogidos por New York Daily News, el animal solía deambular por los pasillos del edificio sin correa, un hecho que algunos consideraban un riesgo latente, especialmente en un entorno con niños pequeños.
“La madre y su pareja dormían en la misma cama que la bebé al momento del ataque, y el perro estaba suelto dentro del apartamento”, señalaron fuentes cercanas a la investigación. Este hecho podría ser determinante para establecer responsabilidades por una posible negligencia, al no tomar las medidas adecuadas para evitar un escenario tan trágico.
Mientras se esperan los resultados de la autopsia y las conclusiones oficiales, este caso ha reabierto el debate sobre la seguridad infantil, la tenencia responsable de mascotas y la importancia de atender las advertencias comunitarias antes de que sea demasiado tarde.
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