Dos migrantes cubanos, una mujer de 26 años y un adolescente de 16, fallecieron el pasado lunes 15 de diciembre tras un grave accidente de tránsito en el municipio de Bonfim, al norte del estado de Roraima, Brasil, según reportó el perfil de Facebook de Alexei Padilla Herrera.
El accidente involucró a un vehículo que transportaba a nueve cubanos, el cual se volcó dejando un saldo fatal de dos muertos y siete heridos. Entre los lesionados se encuentran dos niños de 3 y 8 años, mientras que otra persona sufrió heridas leves.
De acuerdo con los informes preliminares, el vehículo era conducido por un ciudadano brasileño que, al intentar evadir un control policial de la Policía Federal de Carreteras (PRF) en la autopista BR-401, perdió el control del automóvil al ingresar en un terraplén, provocando el vuelco. Se informó que los migrantes habían pagado 500 dólares estadounidenses por persona para cruzar clandestinamente desde Guyana a Brasil.
Tras el accidente, las víctimas fueron atendidas por el Servicio de Atención Móvil de Urgencias (SAMU) y trasladadas inicialmente al hospital de Bonfim. Los cuerpos de los fallecidos fueron retirados por el Instituto Médico Legal (IML). Las autoridades brasileñas continúan investigando las circunstancias del incidente y la responsabilidad penal del conductor involucrado, sin que hasta el momento se hayan divulgado los nombres de los migrantes ni del presunto traficante de personas.
Este trágico suceso pone de relieve los riesgos extremos que enfrentan los migrantes cubanos al transitar por rutas clandestinas, a menudo bajo la dependencia de redes criminales que lucran con la desesperación de quienes buscan mejores oportunidades fuera de la isla. Lo que en Cuba se conoce como “travesía” constituye en Brasil un delito tipificado en el artículo 232-A de la Ley de Migración, que establece que promover la inmigración ilegal con fines de beneficio económico puede acarrear hasta cinco años de privación de libertad.
Brasil se ha convertido en los últimos años en un destino recurrente para migrantes cubanos. Entre enero y noviembre de 2024, más de 19.700 ciudadanos cubanos solicitaron refugio en el país sudamericano, cifra que representa el mayor flujo registrado de cubanos hacia Brasil hasta la fecha. En 2023, la cantidad fue de 13.100 y en 2022, con la reactivación de los flujos migratorios tras la pandemia, se registraron 7.600 solicitudes.
Este accidente refleja tanto la creciente presión migratoria sobre Brasil como los peligros inherentes a los cruces clandestinos, recordando la necesidad de vías de migración más seguras y reguladas para quienes huyen de la crisis económica y social en Cuba.