La reciente subida en las tarifas de Internet en Cuba ha desatado una oleada de protestas sin precedentes, especialmente en el ámbito universitario, mientras el régimen de Miguel Díaz-Canel insiste en que no dará marcha atrás con la medida. Las autoridades justifican el aumento con la necesidad urgente de fondos para evitar un “desplome inminente” del sistema de telecomunicaciones, según declaraciones del propio mandatario en su pódcast oficial “Desde la presidencia”.
La nueva política, implementada por el monopolio estatal ETECSA, impone tarifas que en muchos casos superan el salario mínimo, forzando a los usuarios a recurrir a pagos en divisas extranjeras. El paquete básico más económico, que ofrece 6 GB mensuales, cuesta 360 pesos cubanos, mientras que las recargas más amplias solo están disponibles en dólares. Esto ha generado un fuerte rechazo, particularmente entre los estudiantes universitarios, que han iniciado paros y exigido reformas inmediatas.
Díaz-Canel reconoció que la medida no es popular, pero aseguró que es indispensable para evitar el colapso de la red. “Renunciar a implementar las medidas sería renunciar a ingresos sin los cuales estaríamos acelerando el desplome del servicio”, afirmó. Argumentó además que el problema principal no es la medida en sí, sino la “falta de comunicación” sobre su necesidad.
Por su parte, la presidenta de ETECSA, Tania Velázquez, advirtió que la infraestructura actual está al borde del colapso. Explicó que más de 100 radiobases están fuera de servicio, más de 2.000 carecen de baterías y unas 25.000 líneas telefónicas no pueden ser reemplazadas. Añadió que la empresa no cuenta con suficientes tarjetas SIM y que muchas instalaciones operan sin refrigeración adecuada, agravando el deterioro.
Velázquez también señaló una caída del 77 % en los ingresos en divisas desde 2018, debido a que las recargas internacionales se comercializan en el mercado informal a tasas mucho más competitivas que las oficiales. Esta situación, según el gobierno, impide realizar inversiones esenciales para mantener y desarrollar la red de telecomunicaciones.
Sin embargo, la explicación oficial no ha calmado los ánimos. Facultades de la Universidad de La Habana como Psicología, Filosofía, Historia, Sociología y Trabajo Social han rechazado las tarifas y exigido la renuncia de los dirigentes estudiantiles afines al régimen, a quienes acusan de no representar al alumnado. También han solicitado espacios públicos de debate donde los estudiantes puedan expresar libremente sus preocupaciones.
Durante una asamblea en el anfiteatro Manuel Sanguily, los estudiantes confrontaron a representantes de ETECSA: “Esto no es solo un tema económico, es un problema social y político. En un país donde la gente cobra menos de 15 dólares al mes, esta subida es una burla”, señalaron.
La activista Rosa María Payá compartió videos de estos encuentros, destacando que los jóvenes se mantienen firmes en su decisión de no asistir a clases mientras no se revierta la medida. “Es un paro contra la corrupción y el chantaje digital del régimen”, declaró.
Las protestas se han extendido a otras universidades del país, como la Universidad de Matanzas, la Universidad de Ciencias Médicas “Manuel Fajardo” y la Universidad “Marta Abreu” de Villa Clara. En todas ellas, los estudiantes exigen un acceso justo y asequible a Internet, una herramienta esencial en tiempos de crisis.
Pese a la presión social y académica, el gobierno cubano mantiene su postura. Las autoridades afirman que sin el aumento tarifario, el país quedará completamente incomunicado. Los estudiantes, sin embargo, advierten que el régimen no puede seguir gobernando a espaldas de la ciudadanía, y que esta lucha no es solo por megas, sino por dignidad.
(Con información de Infobae)
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