El periodista cubano José Raúl Gallego, residente en México, publicó una reflexión sobre la destitución de Armando Franco Senén como director de la revista universitaria Alma Mater.
"No podemos olvidar que hasta ayer Alma Mater reprodujo la carta del ISA contra Abel Lescay, ridiculizó los testimonios de violencia de Leonardo Romero Negrín y Alexander Hall, presentó el 11J como una consecuencia del bloqueo y todas esas muestras de propaganda (no periodismo) y de falta de ética, salieron mientras la revista estaba dirigida por Armando Franco", cuestionó.
"Es lo que hacen con los jóvenes como Armando y como muchos de nosotros. Por tal de publicar dos o tres cositas tímidas, que solo pueden verse como algo bueno cuando tienes como punto de comparación al Granma, te obligan a ceder en tus principios y en tus concepciones publicando estas otras vergüenzas", agregó.
Gallegó inició su post aclarando que "ver lastimado a alguien que, desde su visión, trabaja por hacer "algo" "mejor" siempre da dolor, entre otras cosas, porque uno pasó también por ese lugar de creer que la solución puede estar dentro del mismo problema. Pero hay que aprender de los palos y dejar de ponderar "las buenas intenciones" por sobre los resultados, porque eso no ayuda".
"Dentro de las instituciones estatales, si eres alguien que de verdad quiere hacer cambios, aunque sean mínimos, terminas defenestrado como Franco o, como Ronquillo, entregándole diplomas al sinvergüenza de Humberto López, mientras mantienes tu carrito o las dos o tres miserias más que te dan. Y esto hay que decirlo, para ayudar al que viene detrás".
Asimismo se refirió a la ola de solidaridad con Franco entre los periodistas oficialistas en las redes sociales. "La mayoría reproduce el sentimiento cobarde martinezherediano de "aguanta, la Revolución rectifica, el tiempo pone las cosas en su lugar". Pero ninguno sale a poner su cargo y su puesto en juego para defender al muchacho, ni hacen acciones colectivas y lo que es peor, ninguno cuestiona la esencia de un sistema donde los directores de medios son escogidos por organizaciones políticas que nadie escoge", dijo.
"Tenemos memoria corta, pero lo que hizo Alma Mater en este período es lo mismo que ya hizo Somos Jóvenes en los ochenta, Juventud Rebelde en los noventa, Cubadebate en sus inicios, el periódico de Cienfuegos hace unos años ¿y qué tenemos? ¿Es mejor el periodismo de hoy por esos "pequeños pasos" que al cabo de un tiempo desaparecían? Por supuesto que no, tenemos la misma basura de propaganda que hace 60 años, lo cual demuestra que esa no es la vía y que no vale la pena sacrificar tu vida por eso", enfatizó.
"El problema es estructural, porque la prensa está subordinada al sistema político en Cuba y eso no puede ser, porque la prensa tiene que ser el látigo del sistema político y no su oveja y porque totalitarismo y periodismo son incompatibles. Mientras no se elimine el primero no tendremos el segundo, más allá del que pueden hacer los medios independientes, perseguidos, hostigados y también criticados desde las propias páginas y post de Alma Mater", denunció.
"Alma Mater no era otra cosa que un medio funcional al sistema, como todos, un medio que jugaba su papel, que no buscaba transformar el problema, sino apuntalarlo, contribuyendo a tener en ese punto de "críticos dentro del sistema" a quienes quieren ver luces donde solo hay reflejos de las mismas sombras", concluyó.
Franco Senén, quien fungía como director de la revista Alma Mater, fue expulsado por la Unión de Jóvenes Comunistas. El anuncio lo hicieron público este martes en las redes sociales de la publicación.
El joven dirigía la revista universitaria desde 2019.