El precio del dólar estadounidense en el mercado informal cubano alcanzó los 340 pesos cubanos (CUP) este 13 de enero de 2025, igualando al euro y marcando un incremento alarmante desde los 300 CUP registrados a principios de diciembre. Según el portal independiente El Toque, la brecha con el dólar digital o Moneda Libremente Convertible (MLC), fijado en 240 CUP, supera los 100 CUP, evidenciando una distorsión significativa en el mercado cambiario.
El aumento del dólar responde a múltiples factores económicos y políticos que reflejan la profunda crisis estructural que enfrenta el país. La llamada “dolarización parcial”, impulsada por el gobierno con la apertura de tiendas que operan exclusivamente en divisas, ha debilitado el peso cubano y reducido su poder adquisitivo. Estas tiendas, que comenzaron como una solución temporal, han contribuido a la exclusión de amplios sectores de la población que no tienen acceso a dólares.
Por otro lado, la falta de liquidez en el sistema bancario cubano, una inflación galopante y un déficit fiscal que supera el 20% del PIB agravan el problema. A ello se suma la incapacidad del país para pagar sus deudas internacionales y la pérdida de confianza de posibles prestamistas. Este panorama económico pone en evidencia que las promesas del gobierno de establecer una tasa de cambio flotante para estabilizar la moneda nacional tienen pocas posibilidades de éxito.
El periódico oficialista 5 de Septiembre ha calificado la dolarización parcial como "un mal necesario", una medida que, según el medio, ofrece confianza y reduce devaluaciones bruscas. Sin embargo, esta postura choca con las críticas históricas del régimen hacia la dolarización, exponiendo la falta de alternativas viables frente a la crisis.
A pesar de las declaraciones optimistas, la realidad es que el tipo de cambio oficial de CADECA sigue anclado en 120 CUP por dólar, sin disponibilidad de divisas para la población. Esto ha llevado a que las transacciones en el mercado informal sean la única opción para acceder a dólares, intensificando la volatilidad cambiaria.
La continua depreciación del peso cubano obliga a los ciudadanos a depender cada vez más de divisas extranjeras para adquirir productos básicos. Mientras los salarios e ingresos en CUP permanecen estancados, la brecha económica se amplía, dejando a las familias en una situación de vulnerabilidad extrema.
La creciente desconfianza en la moneda nacional y la falta de medidas efectivas para controlar la inflación y estabilizar el mercado cambiario colocan a Cuba en un camino de mayor incertidumbre económica. Con un dólar que podría superar los 400 CUP, el país enfrenta un escenario de mayor exclusión, desigualdad y desesperanza para sus ciudadanos.
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