La primera vivienda construida a partir de un contenedor marítimo fue entregada en Niquero, provincia de Granma, marcando el inicio de un proyecto estatal que busca enfrentar el déficit habitacional en Cuba mediante la reconversión de contenedores en hogares. La iniciativa, impulsada por el Ministerio de la Construcción, pretende transformar más de 3 mil 500 de estas estructuras en viviendas modulares en distintos puntos del país, según reporta la prensa oficial.
La beneficiaria de este primer módulo fue Mirian Capote Rodríguez, quien perdió su hogar tras el paso del huracán Melissa. La vivienda incluye dos habitaciones, un baño, cocina-comedor y un pequeño patio. Aunque los detalles sobre el costo no fueron divulgados, las autoridades aseguran que se han tomado medidas para mejorar la habitabilidad, como la instalación de carpintería y chapa interior para mejorar el aislamiento térmico. Aun así, muchos se preguntan si estas soluciones serán suficientes frente a los intensos veranos cubanos y la adversidad climatológica en tiempo de huracanes.
El proyecto piloto contempla la construcción de siete casas de este tipo en Niquero, con conexión a redes hidráulicas y sanitarias, y bajo la supervisión de trabajadores del Ministerio de la Construcción y de Azcuba. Para sus promotores, esta estrategia representa una forma rápida y económica de ofrecer un techo a quienes lo han perdido, evitando demoras en la edificación tradicional.
Sin embargo, la medida ha generado un intenso debate entre los ciudadanos. Algunos aplauden la iniciativa, considerándola una alternativa inmediata y más segura que las casas de madera o yaguas destruidas por el huracán, y valoran la posibilidad de que los afectados tengan al menos un lugar digno donde vivir.
Otros, en cambio, critican la idea argumentando que un contenedor nunca puede reemplazar una vivienda de mampostería y que el proyecto parece un parche temporal frente a un problema estructural de larga data. Las preocupaciones sobre el calor extremo, las tormentas eléctricas, la comodidad y la durabilidad de estos módulos son recurrentes entre los detractores.
Este contraste de opiniones refleja la tensión entre la urgencia de resolver la crisis habitacional y la búsqueda de soluciones definitivas y confortables para los cubanos. Mientras el gobierno promueve el programa como un paso necesario, la ciudadanía sigue evaluando si estas viviendas de contenedores podrán realmente ofrecer seguridad, comodidad y dignidad a quienes más lo necesitan.
Fuente: Alberto Arego
Cubanos relatan el trauma de descubrir la abundancia tras la escasez en la Isla (Video)
Hace 2 horas