El cubano Alain Rodríguez Colina falleció el día de Navidad en un hospital de Kentucky, más de siete semanas después de haber resultado gravemente herido en el accidente de un avión de carga de UPS ocurrido el pasado 4 de noviembre en la ciudad de Louisville. Su muerte eleva a 15 el número total de víctimas mortales de un siniestro que continúa bajo investigación federal y que ha vuelto a generar cuestionamientos sobre la seguridad de aeronaves de carga de este modelo.
Rodríguez Colina, inmigrante cubano residente en Estados Unidos, se encontraba trabajando en un depósito de reciclaje y chatarra cercano al Aeropuerto Internacional Muhammad Ali de Louisville cuando el avión, un McDonnell Douglas MD-11 de la empresa UPS, se precipitó a tierra poco después del despegue. La aeronave, cargada de combustible y con destino a Hawái, impactó contra una zona industrial, provocando una explosión de gran magnitud y un incendio que se extendió rápidamente.
De acuerdo con las autoridades estatales de Kentucky, el cubano sufrió quemaduras en más del 50 % de su cuerpo y permaneció hospitalizado durante más de siete semanas. Aunque en días recientes se habían reportado ligeros signos de mejoría, su condición se deterioró de manera repentina y falleció el 25 de diciembre, sin haber recuperado la conciencia.
Rodríguez trabajaba desde 2023 en la empresa Grade A Auto Parts & Recycling, una de las instalaciones afectadas directamente por el impacto del avión. Sus empleadores señalaron que se había destacado por su desempeño laboral, logrando ascender en poco tiempo y estableciendo una nueva vida en Louisville. En esa ciudad residían también su madre y sus hermanos, mientras que su hija permanecía en Cuba.
El accidente dejó un saldo inicial de tres tripulantes fallecidos —los ocupantes de la aeronave— y varias víctimas en tierra. Investigaciones preliminares de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB), citadas por el diario USA Today, apuntan a fallas estructurales y signos de fatiga en los componentes que sostenían uno de los motores, el cual se desprendió durante el despegue.
Tras el siniestro, la Administración Federal de Aviación (FAA) ordenó la inmovilización temporal de todos los MD-11 utilizados para vuelos de carga, como medida preventiva mientras avanzan las pesquisas.
La muerte de Rodríguez Colina ocurre en medio de demandas judiciales presentadas contra UPS y el fabricante del motor de la aeronave, aunque su caso particular no forma parte directa de esos litigios. Las autoridades federales mantienen abierta la investigación para determinar responsabilidades en lo que ya es considerado el accidente más letal en la historia de la aerolínea de carga, y uno de los más trágicos para la comunidad inmigrante cubana en Estados Unidos.