El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su administración entregará un bono de 2.000 dólares a la mayoría de los ciudadanos, una medida que, según explicó, será posible gracias a los ingresos generados por los aranceles aplicados a las importaciones. El mandatario aseguró que esta política beneficiará directamente al pueblo estadounidense y no a las grandes corporaciones.
En un mensaje publicado en su red social Truth Social, Trump detalló que el bono se otorgará a todos los ciudadanos, exceptuando a quienes perciben las rentas más altas, y lo describió como una forma de “repartir entre el pueblo las ganancias que Estados Unidos obtiene gracias a su política comercial fuerte y soberana”.
“Los aranceles están haciendo a nuestro país más rico y más respetado que nunca. La economía es sólida, los planes de pensiones están en su punto más alto y la inflación se mantiene bajo control. ¡Las personas que se oponen a los aranceles simplemente no entienden!”, escribió el presidente.
Trump afirmó que los ingresos provenientes de los aranceles permitirán no solo financiar el bono económico, sino también comenzar a reducir la deuda nacional y continuar impulsando la inversión en el país. “Estamos viendo fábricas, plantas y empleos regresar a Estados Unidos. Esa es la verdadera victoria económica”, expresó.
Sin embargo, la medida ha generado controversia tanto en el ámbito político como en el judicial. El Tribunal Supremo de Estados Unidos analiza actualmente la legalidad de los amplios aranceles impuestos por la Casa Blanca, los cuales afectan a una gran cantidad de países. El debate se centra en si la ley de poderes económicos en emergencias internacionales autoriza al presidente a imponer gravámenes sin la aprobación del Congreso.
Trump reaccionó de manera contundente ante las dudas del alto tribunal: “El presidente tiene la autoridad, con aprobación del Congreso, para detener todo el comercio con un país extranjero, lo cual es mucho más drástico que imponer un simple arancel. ¡Pensar que eso no es legal es ridículo y contrario a lo que nuestros fundadores querían!”, afirmó.
El mandatario también aprovechó el debate económico para renovar sus críticas al sistema de salud heredado del expresidente Joe Biden, especialmente al programa Obamacare, al que calificó de “ineficiente y corrupto”. Según Trump, el dinero destinado a subsidiar a las aseguradoras debería ser entregado directamente a los ciudadanos. “¡Basta de enriquecer a las compañías de seguros! Es hora de que los recursos públicos vayan a la gente que realmente los necesita”, escribió.
El contexto político, sin embargo, sigue siendo tenso. El cierre del Gobierno federal, que ya supera los 40 días, ha agravado el estancamiento legislativo entre republicanos y demócratas. Los demócratas condicionan su apoyo para reabrir la administración a la extensión de los subsidios del programa de salud, mientras los republicanos buscan redirigir los fondos hacia las familias trabajadoras.
(Con información de Infobae)
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