La reciente decisión de la administración Trump de eliminar las exenciones aduaneras para los paquetes de bajo valor ha generado un fuerte impacto en los flujos de comercio internacional.
Desde el 25 de agosto de 2025, los envíos con destino a Estados Unidos y Puerto Rico que estén por debajo de los 800 dólares dejarán de beneficiarse de un régimen especial que hasta ahora los eximía del pago de aranceles.
Este cambio, anunciado por las autoridades estadounidenses el pasado 15 de agosto, tomó por sorpresa tanto a los operadores logísticos como a las empresas que dependen de estas transacciones.
Correos, junto con otros operadores europeos, informó que se suspenderán temporalmente los envíos de bajo valor con el objetivo de evitar retrasos, retenciones y sobrecostes inesperados para los clientes.
El anuncio llega en un momento de gran dependencia del comercio electrónico, especialmente para las pequeñas y medianas empresas que comercializan productos hacia Estados Unidos. La medida, según detallaron, busca dar tiempo a adaptar sistemas de clasificación y aduanas, además de establecer nuevas tarifas que respondan a la normativa vigente.
“Con apenas dos semanas de margen, la medida obligó a improvisar cambios significativos en la logística internacional”, explicaron fuentes vinculadas al sector. Esto significa que miles de paquetes ya preparados para ser despachados tuvieron que ser revisados y, en algunos casos, retenidos para evitar complicaciones legales o pérdidas económicas.
A partir del 29 de agosto, todo envío de carácter comercial, sin importar su valor, estará sujeto al pago de aranceles. Esta disposición marca un giro radical en las relaciones comerciales, especialmente para los productos de bajo costo que circulaban sin mayores trabas.
En la práctica, esto incrementará los precios finales para el consumidor y reducirá la competitividad de muchas empresas extranjeras que vendían directamente a clientes estadounidenses a través de plataformas digitales.
No obstante, hay excepciones que se mantendrán. Podrán seguir enviándose cartas y documentos sin valor comercial, así como libros. También se autorizan los regalos personales siempre que no superen los 100 dólares —unos 85 euros— y no tengan un carácter comercial.
Estas excepciones, aunque limitadas, buscan preservar un canal mínimo de intercambio personal y cultural sin gravámenes excesivos.
A partir de este lunes 25, los envíos quedarán sujetos a la nueva normativa. Esta situación deja en incertidumbre a pequeños comerciantes europeos que dependen de la exportación directa y obliga a consumidores a replantear sus hábitos de compra.
La medida, impulsada por la administración Trump, redefine de manera abrupta el escenario del comercio internacional y plantea un futuro más complejo para quienes viven de la venta a través de plataformas globales.
Impactante choque en la rotonda de Santa Clara deja impresionados a los testigos(video)
Hace 5 horas