La situación epidemiológica en Sancti Spíritus dista mucho de la aparente calma que se pretende proyectar desde la prensa oficialista.
Mientras medios como “Escambray” repiten insistentemente que la presencia de dengue “es normal” —o aseguran que no hay transmisión activa—, lo cierto es que la realidad en hospitales y barrios habla de lo contrario.
Según el Diario de Cuba, la provincia contabilizaba más de 1 000 focos del mosquito Aedes aegypti al cierre de mayo y más de 50 casos diagnosticados de dengue en ese periodo. El subdirector provincial de Lucha Antivectorial reconocía la situación de alto riesgo, a pesar del discurso oficial de calma.
Escambray ha señalado que “la provincia continúa reportando altos niveles de infestación” y que “no existe transmisión de dengue”; sin embargo, admite que persisten más de 50 pacientes febriles diarios, con al menos cuatro casos que evolucionaron a formas graves.
Esta contradicción es elocuente: mientras negaban la circulación, médicos aislaban casos y la gente enfermaba.
La prensa independiente también subraya una cruda realidad: niños ingresan con síntomas alarmantes —fiebre alta, vómitos, diarrea, deshidratación, sangrado— y muchos requieren cuidados intensivos.
En zonas como Cabaiguán, La Sierpe o Fomento la transmisión fue confirmada y la incidencia se ha disparado, elevando los índices epidemiológicos. Las causas de esta crisis son claras: el abandono del control vectorial —fumigación irregular, escasez de abate, falta de combustible— y déficits en saneamiento.
Casos aislados han emergido en municipios de alto riesgo como Trinidad, con focos proliferando en tanques bajos, vertederos y viviendas sin agua potable.
Sumado todo, el contraste es brutal: mientras las autoridades repiten que “no hay transmisión” o que “es normal”, la realidad hospitalaria refleja una emergencia creciente. Es urgente que se deje de subestimar el problema y se despleguen medidas contundentes: fumigación efectiva, abastecimiento adecuado de insumos, campañas comunitarias reales y una comunicación honesta hacia la población.
La palabra “normal” debería reservársela para situaciones controladas, no para el aumento sostenido de casos graves. En Sancti Spíritus, la complacencia mediática y sanitaria puede cobrar vidas.
Fuente: Rolando Nápoles
Robo de aceite de transformador termina con un fallecimiento y apagón en Santiago de Cuba
Hace 1 día
Berto Savina conversa con el periodista Nápoles sobre atropellamiento en La Habana(video)
Hace 1 día
Detienen en Bayamo a los responsables de la muerte de un bicitaxista tras violento asalto
Hace 1 día