El caso de Ursula Borja Valle, inmigrante mexicana de 54 años y madre de un marine activo en el sur de Florida, ha generado preocupación en su comunidad. Después de 20 años residiendo en Estados Unidos sin antecedentes penales, Borja fue detenida por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) cuando acudía a una cita para tramitar el Parole in Place, un beneficio migratorio que busca proteger a familiares inmediatos de militares en servicio activo, veteranos y reservistas.
Su hijo, el cabo de la Marina de los EE.UU. José Manuel Vilchis Valle, considera que su madre debería estar protegida por este programa. “Estamos devastados. Desde que la sacaron del centro de detención a las dos de la mañana no hemos tenido contacto con ella. Solo queremos evitar su deportación y que pueda quedarse con nosotros”, declaró.
Inicialmente, Borja fue recluida en el Broward Transitional Center, en Pompano Beach. Sin embargo, de acuerdo con el localizador de detenidos de ICE, fue trasladada al US Border Patrol Central Processing Center en Texas. Para su familia, este movimiento podría ser una señal de que la deportación se encuentra muy cerca.
El militar, que sirve desde 2021, manifestó que su amor y respeto por el país que defiende deberían ser considerados en el caso de su madre. “Creo que es un derecho que las familias de militares podamos permanecer unidas”, subrayó.
La familia ha contratado un nuevo abogado que presentó una solicitud I-246 para suspender la deportación. No obstante, el proceso implica elevados costos, lo que llevó a iniciar una campaña en GoFundMe para cubrir honorarios y mantener la defensa legal.
Vilchis expresó que su mejor escenario sería poder ubicar a su madre, detener la deportación y, eventualmente, lograr que obtenga la ciudadanía estadounidense.
Hasta el momento, ICE no ha emitido declaraciones sobre el caso ni ha confirmado la fecha de una posible deportación.
El caso de Borja no solo plantea un debate legal, sino también humanitario. Activistas y vecinos han mostrado solidaridad, argumentando que las autoridades deberían considerar su delicado estado de salud, su ausencia de antecedentes criminales y el servicio militar activo de su hijo.
En medio de la incertidumbre, la familia mantiene la esperanza de que se aplique la discreción procesal que, en teoría, protege a familiares directos de quienes sirven en las Fuerzas Armadas, permitiéndole permanecer en el país al que su hijo ha jurado defender.
Fuente: Telemundo Miami