En plena efervescencia del movimiento estudiantil cubano, la Unión de Jóvenes Comunistas decidió condecorar a las Tropas Especiales del MINFAR, conocidas como "avispas negras". La ceremonia oficial se llevó a cabo bajo el argumento de exaltar "el papel de los jóvenes en la defensa de la patria", pero ha sido vista por muchos como una provocación y una señal de endurecimiento del discurso gubernamental frente a los reclamos sociales.
El reconocimiento ocurre mientras estudiantes de varias facultades de la Universidad de La Habana y otros centros similares protagonizan un paro académico en rechazo al llamado "tarifazo" de ETECSA, que ha restringido severamente el acceso a recargas nacionales de datos móviles.
A juicio de los manifestantes, estas nuevas tarifas excluyen a quienes no tienen divisas y atentan contra su derecho a la educación y la información.
La coincidencia temporal entre ambos hechos es interpretada como un mensaje implícito del régimen: frente a las protestas, la respuesta no será el diálogo, sino el enaltecimiento del aparato represivo. Muchos estudiantes, e incluso algunos emigrados en redes sociales, han expresado su rechazo al gesto de la UJC, señalando que la juventud cubana no se identifica con cuerpos militares entrenados para reprimir el disenso interno.
"Las nuevas generaciones no serán como esas tropas", escribió un usuario en el perfil oficial del MINFAR. "Las dictaduras cuando están en peligro, usan a los jóvenes para reprimir a otros jóvenes", añadió otro.
La reacción del estudiantado ha sido contundente. Facultades como Psicología, Comunicación, Economía y Matemática y Computación han emitido comunicados críticos, exigiendo no solo una reducción de precios, sino también transparencia y respeto. La CUJAE también se sumó, solicitando soluciones más amplias e inclusivas para toda la población.
La presidencia nacional de la FEU, en su intento por alinearse con el discurso gubernamental, ha sido severamente cuestionada por sus propios compañeros, que la acusan de falta de representatividad.
En este contexto, la condecoración a las Tropas Especiales por parte de la UJC no puede leerse como un acto aislado. “Es una declaración simbólica que muestra la apuesta del gobierno por el control, no por el consenso”, han dicho algunos observadores. Y así, en lugar de atender el reclamo legítimo de los estudiantes, se premia a quienes podrían ser movilizados para reprimirlos.
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