Una escena trágica volvió a poner en evidencia las peligrosas rutas migratorias que cruzan el Atlántico. Un bote de madera, sin motor y en condiciones deplorables, fue hallado a la deriva cerca de Punta Barima, en el estado venezolano de Delta Amacuro, con 14 cadáveres en avanzado estado de descomposición. Según confirmaron las autoridades del régimen venezolano, las víctimas serían de origen africano, posiblemente de Mali, aunque no se ha podido confirmar si se trataba de migrantes en tránsito.
El hallazgo ocurrió el pasado 28 de mayo, cuando pescadores de la zona avistaron la embarcación flotando sin rumbo cerca de la desembocadura del río Orinoco. Alertaron a las autoridades al percatarse del lamentable estado del bote, en cuyo interior se encontraban cuerpos inertes y ropa empapada.
El ministro del Interior, Diosdado Cabello, abordó el tema en su programa televisivo “Con el mazo dando”. Según explicó, en el bote fueron encontrados pasaportes de Mali y los fallecidos portaban impermeables verdes y chalecos salvavidas naranjas. Indicó además que los primeros reportes médicos apuntan a que la causa de muerte fue deshidratación y hambre, producto de una larga travesía sin suministros ni condiciones mínimas de seguridad.
La embarcación no contaba con motor, por lo que se presume que fue impulsada únicamente por remos, lo que habría expuesto a sus ocupantes a condiciones extremas y una deriva fatal en mar abierto.
Cabello rechazó versiones que circulan en redes sociales sobre la posibilidad de heridas de bala en los cuerpos, y ordenó investigar a una mujer que difundió esas afirmaciones. Asimismo, solicitó al director del CICPC, Douglas Rico, que la cite para presentar pruebas o retractarse.
Las investigaciones están ahora en manos del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), que deberá determinar con mayor precisión las causas de las muertes y el origen de los fallecidos. Hasta el momento, las autoridades no han revelado información detallada sobre sus identidades ni han confirmado si el viaje tenía como destino final el Caribe o alguna nación sudamericana.
Delta Amacuro, ubicado al este de Venezuela, es una región conocida por su cercanía con rutas utilizadas tanto por migrantes como por redes de tráfico ilegal. Su ubicación estratégica, cercana a la salida al Atlántico, lo convierte en un paso de alto riesgo para quienes intentan cruzar el océano desde África u otras regiones en busca de una vida mejor.
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