Un caso de insensibilidad institucional genera indignación en redes sociales tras la denuncia del fotoreportero Pedro Luis García, quien expuso en su perfil de Facebook una situación ocurrida en la Oficina Comercial de ETECSA ubicada en la calle 17 entre B y C, en El Vedado, La Habana.
Según relató, este jueves acudió al lugar con la intención de adquirir una línea telefónica móvil para su madre, una señora de 86 años que, debido a problemas de salud, no puede trasladarse por sí misma.
Pedro llevaba consigo una Carta Poder firmada por su madre, documento legal que lo autorizaba a efectuar el trámite en su representación. No obstante, los trabajadores de la oficina se negaron a aceptar la gestión, alegando que era indispensable la presencia física de la anciana, sin considerar su situación de salud ni el documento presentado.
El hijo denunció el hecho como un acto de desconsideración hacia los adultos mayores, al declarar: “¿Por qué hacen molestar a la Tercera Edad? No tienen ningún respaldo tecnológico y limitan el derecho a la comunicación. Los ancianos en Cuba no tienen beneficios y las instituciones solo les crean molestias”. Esta declaración refleja la frustración ante una burocracia que muchas veces ignora las realidades de los ciudadanos más vulnerables.
La situación se agrava cuando se considera el contexto actual en el que los servicios de telecomunicaciones son esenciales, no solo para el contacto personal, sino también para acceder a otros servicios. Impedir que una persona de edad avanzada obtenga una línea telefónica bajo la representación de un familiar autorizado evidencia, según muchos internautas, una falta total de empatía y flexibilidad por parte de la empresa estatal.
“ETECSA no solo abusa con sus tarifas, sino también con su deshumanización institucional”, concluyó Pedro Luis García en su publicación, que ha sido compartida por decenas de usuarios en redes sociales. Esta denuncia pone en evidencia el desamparo en que se encuentran muchos ancianos cubanos ante un sistema que, lejos de facilitarles la vida, les impone obstáculos arbitrarios.
El hecho, ocurrido en pleno corazón del Vedado habanero, se suma a otras quejas frecuentes sobre el trato al público en las oficinas de ETECSA. La historia genera llamados ciudadanos a que la empresa revise sus procedimientos y permita gestiones legales por representación, especialmente en casos donde está en juego el bienestar de personas mayores.
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