En medio de un clima de creciente tensión en varias universidades cubanas, especialmente en la Universidad de La Habana, un grupo de estudiantes de diferentes facultades ha intensificado su oposición a las recientes medidas impuestas por ETECSA, que restringen las recargas nacionales y promueven paquetes de datos diferenciados en dólares. Los estudiantes, organizados de manera autónoma en asambleas y espacios deliberativos, han expresado su rechazo a lo que consideran una política excluyente que profundiza la desigualdad en el acceso a internet.
El conflicto se volvió más visible cuando estudiantes de la Facultad de Matemática y Computación convocaron a un paro académico indefinido. A esta acción se unieron rápidamente alumnos de Historia, Filosofía, Sociología, Trabajo Social y otras disciplinas, en lo que constituye una de las movilizaciones estudiantiles más amplias en los últimos años. Los manifestantes insisten en que no buscan privilegios exclusivos como sector universitario, sino condiciones de conectividad equitativas para toda la ciudadanía.
"Rechazamos los paquetes diferenciados porque excluyen a la mayoría del pueblo. No pedimos más datos solo para nosotros, pedimos justicia social", señalaron estudiantes en una declaración pública."
Frente a estas acciones, el presidente nacional de la FEU, Ricardo Rodríguez González, publicó un mensaje en redes sociales donde responsabiliza a medios contrarios al gobierno y a supuestos “fantoches de opinión” de fomentar “odio” y “traición”. En su comunicado, sostiene que los espacios universitarios están abiertos al diálogo y que no se permitirán intentos de desestabilización.
Otros dirigentes universitarios, como Raúl Alejandro Palmero, acusaron a “enemigos de la Revolución” de intentar manipular a los estudiantes para fracturar la unidad del movimiento estudiantil. Sin embargo, muchos jóvenes sostienen que el verdadero problema radica en la desconexión entre la dirigencia de la FEU y las necesidades reales del estudiantado.
"No hay representación genuina si quien debe defendernos nos descalifica. Queremos diálogo, pero también coherencia y responsabilidad", expresó un grupo de estudiantes de Sociología."
La pugna ha dejado al descubierto una fractura generacional dentro del sistema universitario: de un lado, una juventud que exige mayor horizontalidad, transparencia y participación real; del otro, una dirigencia estudiantil que mantiene un discurso alineado con la narrativa oficialista. A pesar de los intentos por contener el malestar, el movimiento universitario continúa creciendo y acumulando apoyo dentro y fuera del país.
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