El pasado 20 de agosto un accidente de tránsito estremeció la Avenida Martí, en Santiago de Cuba, cuando un camión de gran porte, perteneciente a la fábrica de cemento, arrastró a un motorista y a su acompañante durante varios metros hasta dejarlos atrapados bajo la rastra.
Según testigos presenciales, el chofer conducía distraído con su teléfono celular y solo se percató de lo ocurrido gracias a los gritos desesperados de las personas que presenciaban la escena. “Fue catastrófico, pensamos lo peor, pero milagrosamente sobrevivieron”, declaró un vecino.
Aunque ambos ocupantes del motor salvaron la vida, las lesiones fueron graves: quemaduras por fricción en gran parte del cuerpo, heridas profundas y una pierna suturada con múltiples puntos.
La motocicleta quedó completamente destruida.
Sin embargo, lo más indignante para la familia no fue solo el accidente, sino el trato recibido después.
El motorista, con heridas abiertas, fue retenido hasta la madrugada en la estación de Micro 9 para rendir declaración, sin descanso ni atención médica adecuada.
La jefa de transporte de la fábrica de cemento se presentó en el lugar, no para apoyar a las víctimas, sino para respaldar al camionero, lo que alimenta las sospechas de un intento de encubrimiento en favor del trabajador estatal. “Quieren hacer lo que les da la gana porque es un chofer de la empresa, pero mi papá es la víctima, no el culpable”, denunció un familiar.
Este caso evidencia una doble tragedia: la de los accidentes viales y la de la impunidad.
Según datos oficiales, en Cuba los siniestros de tránsito siguen siendo una de las principales causas de muerte y lesiones graves. Entre las causas más frecuentes destacan el mal estado de las vías, la distracción de los choferes, el deterioro del parque vehicular y la falta de controles efectivos.
En este contexto, las familias afectadas insisten en que se garantice un proceso justo, sin privilegios para empresas estatales ni autoridades.
La vida de un ciudadano no puede quedar subordinada a intereses corporativos ni políticos.
La denuncia del periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada, quien dio a conocer el caso en su perfil de Facebook, busca precisamente evitar que el hecho quede en silencio o sea manipulado.
La seguridad vial en Cuba, marcada por la precariedad y el desamparo, exige respuestas concretas y un compromiso real con la justicia.
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