En la madrugada del jueves 9 de enero, el cineasta cubano Jorge Luis Sánchez, reconocido por su obra emblemática El Benny, falleció en La Habana debido a una enfermedad repentina. La noticia fue confirmada por Alexis Triana, presidente del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), quien destacó la pérdida irreparable para la cultura cubana.
“Una mortal enfermedad, terrible e inesperada, nos priva de su genio artístico en medio de grandes proyectos conjuntos. Despidámoslo con la inmensa ovación que merece toda su obra”, expresó Triana en un comunicado.
Sánchez se encontraba inmerso en diversos proyectos cinematográficos, incluyendo la preparación de su última película, Performance, y la serie La Causa Común, que exploraría figuras históricas como Martí, Gómez y Maceo. En semanas recientes, el cineasta había viajado a Nicaragua para reponer sus filmes El Benny y Buscando a Casal, y para realizar visitas a posibles locaciones. Paralelamente, su película Cuba Libre inauguró el Primer Festival de Cine Cubano en Washington, Estados Unidos.
Nacido en La Habana en 1960, Jorge Luis Sánchez inició su vínculo con el cine como aficionado a los 18 años. Graduado en Pedagogía, fundó la Federación Nacional de Cine Clubes de Cuba y, en 1981, comenzó a trabajar profesionalmente en el ICAIC. Su carrera lo llevó desde ser asistente de cámara hasta convertirse en un consagrado director, con más de 30 producciones audiovisuales de alto valor estético.
Su obra incluye documentales destacados como Un pedazo de mí (1990), Benny Moré, la voz entera del Son (2009) y Nunca será fácil la herejía (2009). Además, fue profesor en el ICAIC y en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, dejando una profunda huella en las nuevas generaciones de cineastas.
Sánchez también presidió varias ediciones de la Muestra Joven ICAIC, conocida anteriormente como la Muestra de Nuevos Realizadores, promoviendo el talento emergente en el cine cubano.
Con la muerte de Jorge Luis Sánchez, Cuba pierde a uno de sus cineastas más influyentes, cuya obra capturó la esencia cultural e histórica del país. El ICAIC expresó su más sentido pésame a su esposa, hijos, amigos y colegas, resaltando el impacto de su legado en el cine y la cultura de la nación.
Su partida deja un vacío en el arte cubano, pero su obra permanecerá como testimonio de su pasión, talento y compromiso con la narrativa audiovisual.
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