La presencia de cubanos en Nicaragua ha crecido de forma visible desde noviembre de 2021, cuando el gobierno de Daniel Ortega eliminó el requisito de visa para ciudadanos de la Isla.
Aunque no existen cifras oficiales actualizadas, medios locales confirman que esta comunidad ha aumentado de manera sostenida, impulsada por las dificultades para acceder al asilo en Estados Unidos.
Entre las historias recogidas por Vos TV están las de Imilsi Ramírez y Yovana Hernández, dos jóvenes que emigraron con sus esposos y hoy trabajan en el sector informal vendiendo pan con lechón en Altamira, Managua.
Ramírez, que lleva seis meses en el país, vendió su casa en Cuba y dejó a su hija para poder emigrar. Administra el grupo de Facebook “Comunidad de cubanos en Nicaragua”, donde orienta a quienes desean establecerse. Su meta es reunir a su familia y alcanzar estabilidad económica.
Hernández, con cuatro meses en Nicaragua, afirma que su negocio avanza bien y destaca la solidaridad entre connacionales, al punto de que en algunas cuadras conviven hasta once cubanos. “Es bonito ver cubanos aquí. Quizás podamos crear una Habana en Managua algún día”.
Otro ejemplo es Aldo Góngora Milanés, quien llegó hace dos años y abrió el restaurante Q Rico Asere. Explica que muchos inician vendiendo pan con lechón por su bajo costo de inversión. Él mismo comenzó con 100 dólares, aunque asegura que pudo haberlo hecho con menos.
La estadía legal para migrantes cubanos es de 180 días, prorrogables por tres meses, lo que obliga a trámites frecuentes. Lorena Vargas, especialista en migración, plantea que Nicaragua podría beneficiarse de otorgar un estatus especial de residencia temporal y posterior permanente, favoreciendo la legalización y el emprendimiento de esta comunidad.
Antes de la exención de visa, en 2019 residían en Nicaragua solo 985 cubanos, según Naciones Unidas. Sin embargo, en diciembre de 2021 llegaron 6.178 migrantes en vuelos desde Cuba. Entre 2022 y 2023, más de 600.000 cubanos usaron Nicaragua como punto de tránsito hacia Estados Unidos, aunque un número creciente opta por quedarse y emprender allí, integrándose en la economía y formando redes de apoyo mutuo.
Este fenómeno refleja cómo Nicaragua, sin proponérselo inicialmente, se ha convertido en un punto clave de la migración cubana, tanto como puente hacia el norte como destino definitivo para quienes buscan una vida fuera de la Cuba.