Foto tomada de Periódico Cubano
La crisis energética que golpea a Cuba sigue mostrando sus efectos más duros en Villa Clara, donde amplias zonas acumulan más de 50 horas continuas sin electricidad. Ni siquiera la reincorporación de unidades de generación, como la número 3 de la termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes en Cienfuegos, ha logrado frenar el déficit.
El director del Despacho de Carga de la Unión Eléctrica, Yadier Ruiz, informó que a las 11:00 p.m. del sábado el déficit ascendía a 170 MW, lo que dejó en funcionamiento apenas 11 de los más de 160 circuitos de la provincia. Según explicó, se prioriza el suministro a hospitales y otros centros estratégicos, mientras que solo 10 MW se destinan a rotar circuitos residenciales, en especial aquellos con más de dos días sin corriente.
En Santa Clara, la capital provincial, la situación es crítica y el descontento se multiplica. Vecinos denuncian ineficiencia y desigualdad en la distribución. “De nada sirve que trabajen las termoeléctricas si después se siguen vendiendo como chatarra”, ironizó Yoelbis Lugo. Por su parte, Silvia Torres García comparó el suministro recibido con “migajas de la disponibilidad del país”.
La desigualdad en la distribución del servicio es uno de los reclamos más repetidos. Iván Pérez, residente en Manicaragua, aseguró haber recibido apenas cuatro horas de electricidad en cuatro días. En Caibarién, algunas comunidades superan ya las 70 horas a oscuras, mientras otras zonas recuperan el servicio, lo que aumenta la frustración.
La crisis eléctrica no solo limita la vida diaria, sino que alimenta la indignación popular en un contexto de apagones prolongados, escasez de combustible y un sistema de generación en franco deterioro.