Más de dos décadas después de haberse ganado el cariño de varias generaciones con su personaje de Marcolina, la actriz Norma Reina Morales volvió a sorprender al público cubano. Esta vez, sin embargo, no fue en la televisión, sino en el universo digital. A sus 67 años, la emblemática intérprete de La Sombrilla Amarilla compartió un video en Instagram junto a su hija, la bailarina Naomi Rojas, sumándose al viral reto de la canción "Uff", de Mauro y El Pitu, Talent Fuego y Michel Boutic.
El video muestra a Norma, con su característico toque de simpatía, intentando seguir la coreografía de la canción, aunque con algunos pasos algo torpes, mientras su hija la guía entre risas. El toque final es un abrazo lleno de complicidad entre madre e hija, que rápidamente conquistó a quienes lo vieron.
“Tanto di que bailó… A recogerse con el reparto de mima”, escribió Naomi en la publicación, dejando claro que fue ella quien animó a la actriz a unirse al reto viral. Desde su hogar en Miami, Norma se sumó al fenómeno de la cultura urbana que ha invadido las plataformas digitales, demostrando que, a pesar de los años, sigue siendo un referente entrañable para sus seguidores.
El video desató una ola de reacciones entre los internautas, muchos de ellos sorprendidos por ver a la "Marcolina" de su infancia bailando música urbana. "Nunca pensé ver a Marcolina bailando reparto"; "De todas las cosas que he pensado ver en mi vida nunca ha estado Marcolina bailando reparto"; "La Marcolina repartera sí existe", comentaron algunos. Lo que comenzó como un reto familiar se transformó en un emotivo fenómeno que tocó el corazón de varias generaciones.
Sin embargo, además de las reacciones de asombro, muchos seguidores expresaron su agradecimiento por el legado de su personaje. "Respeto tanto a esta señora por hacer bonita mi infancia, que solo Dios sabe lo que la valoramos en estos tiempos"; "Marcolina de mi vida y mi niñez, te adoro, qué linda", fueron algunos de los mensajes que compartieron los nostálgicos.
El contraste entre la tierna Marcolina, personaje símbolo de ternura y enseñanza, y la madre que ahora se anima a moverse al ritmo de la música urbana, refleja cómo los prejuicios en torno a estos géneros han ido desapareciendo con el paso de los años. Incluso los que crecieron con los valores transmitidos en las décadas de los 80 y 90 ahora se suman, en tono de broma, a la fiebre del reparto.
Este video no solo es una curiosa mezcla de nostalgia y modernidad, sino también un símbolo para la diáspora cubana. Desde Miami, donde tantos cubanos reconstruyen su vida, ver a Marcolina reinventándose en un baile compartido conecta con esa nostalgia y al mismo tiempo con la certeza de que las raíces de la cultura cubana siguen vivas, aunque se vistan de reparto.
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