La rivalidad entre Destino Tolk y Alexander Otaola alcanzó un nuevo nivel de intensidad. El dominicano anunció en un encendido video que interpondrá una demanda millonaria de tres millones de dólares contra el presentador cubano por acusaciones que considera gravísimas y que, según él, dañan directamente su reputación.
Todo comenzó cuando Otaola, durante una entrevista con “Abejas Meme”, lanzó un comentario explosivo sobre Frank Abel, excolaborador de Destino, insinuando que el locutor no asistía a su show porque allí no se consumían drogas. El cubano remató con una comparación directa: “Nosotros no somos como Destino que incitamos ese tipo de cosas”.
Ese comentario fue la chispa que encendió el fuego. Destino reaccionó de inmediato desde su cuenta de TikTok, asegurando que lo que dijo Otaola equivale a acusarlo de narcotráfico.
“En pocas palabras, él me dijo que yo le daba droga a Frank Abel para que trabajara conmigo. Eso no se lo voy a permitir a nadie, y mucho menos a él”, expresó con tono desafiante.
Además, recordó que su abogado, Karel Suárez, ya ha salido victorioso en litigios anteriores contra Otaola y su abogada, y que esta vez no será la excepción: “Ahora sí le quito tres millones”, dijo con total seguridad.
Mientras tanto, Otaola parece tomarse la amenaza como un chiste. En su programa restó importancia a la demanda y sugirió que todo se trata de publicidad gratuita: “Destino está sacando una bebida energizante y necesita escándalo conmigo, porque yo soy el que le vende su programa”.
Este enfrentamiento no solo agita el mundo del entretenimiento digital, sino que también salpica a Frank Abel, quien en julio había anunciado su retiro voluntario de los medios debido a problemas de salud y asuntos personales. Aunque aclaró que se mantiene en buenos términos con Destino, la controversia ha añadido más tensión a su complicada situación.
En medio del escándalo, las redes sociales arden con memes, debates y directas en vivo de ambos bandos. Los seguidores de Destino celebran su decisión de no dejar pasar lo que consideran una “calumnia”, mientras los fans de Otaola aseguran que el cubano no tiene nada de qué preocuparse y que todo terminará en más contenido viral.
Lo cierto es que este pleito legal promete capítulos intensos. Si la demanda avanza, podríamos estar ante uno de los casos más mediáticos entre influencers latinos en los últimos años. Y como siempre, en esta guerra de egos, likes y demandas, el verdadero espectáculo está ocurriendo en las pantallas de los seguidores.
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