Un tribunal federal en Washington D.C. bloqueó este lunes la ejecución de un plan que buscaba despedir a más de 500 empleados de la Voz de América (VOA). La decisión fue emitida por el juez Royce C. Lamberth, quien ordenó la suspensión inmediata de la medida mientras se resuelve un litigio iniciado por los propios trabajadores afectados.
Los demandantes argumentaron que los despidos vulneraban fallos judiciales anteriores y ponían en riesgo el mandato legal de la VOA de ofrecer información imparcial y confiable al público internacional. El juez coincidió con estos planteamientos y resolvió detener cualquier acción hasta que el caso avance en los tribunales.
En su dictamen, Lamberth cuestionó duramente a la directora interina de la Agencia de Medios Globales de Estados Unidos (USAGM), Kari Lake, responsable de supervisar la VOA. El magistrado criticó la falta de un plan de cumplimiento de las resoluciones previas y acusó a la administración de mostrar un “desprecio preocupante” hacia la autoridad judicial al intentar proceder con los despidos sin entregar la documentación solicitada.
Para el juez, este comportamiento compromete no solo la transparencia del proceso, sino también la autonomía de la agencia de noticias, considerada esencial en el marco de la política exterior estadounidense.
Los trabajadores advirtieron que la reducción de personal afectaría la capacidad de la VOA para cumplir con su misión: proporcionar noticias verificadas y confiables a audiencias en todo el mundo. Recordaron que la agencia juega un papel estratégico en la difusión de información en contextos donde los medios independientes enfrentan censura o presiones gubernamentales.
La reciente decisión se suma a otros fallos que han limitado los intentos del Ejecutivo de reestructurar la VOA. En agosto, una corte ya había detenido la destitución del director Michael Abramowitz, promovida por Kari Lake. Meses antes, en abril, otro juez federal había paralizado los planes de cierre de la agencia y ordenado la reincorporación de más de mil empleados que habían sido despedidos.
El dictamen de Lamberth representa una victoria momentánea para los empleados de la VOA, aunque el proceso judicial continúa y podría extenderse durante meses. Mientras tanto, el tribunal dejó claro que cualquier acción administrativa deberá respetar los límites legales y el mandato informativo de la agencia.
Con esta resolución, la Voz de América logra mantener de forma provisional su estabilidad operativa, en medio de un contexto político y legal que ha puesto a prueba su independencia editorial y la seguridad laboral de su personal.
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