Un incidente ferroviario se registró este lunes en la Línea Hershey, cuando el Tren Extra 946, con la locomotora 38093, sufrió el descarrilamiento de cuatro de sus vagones a la altura del apeadero Jibacoa, en el kilómetro 53,800 del tramo que atraviesa la provincia.
El convoy, procedente de los centrales Batalla de las Guásimas y Carlos Manuel de Céspedes, en Camagüey, transportaba una carga de miel a granel distribuida en doce vagones, diez de ellos cisternas. Como resultado del accidente, tres cisternas volcaron y derramaron parte de su contenido, mientras que un cuarto vagón descarriló sin volcarse.
El Ministerio del Transporte, la Unión de Ferrocarriles de Cuba, FERROAZUC, Ferrocarriles Occidente, la Policía(PNR) y autoridades locales acudieron de inmediato al lugar para coordinar las labores de respuesta.
Se informó de manera oficial al cliente destinatario de la carga, mientras se gestionan acciones para evacuar la miel derramada y asegurar el producto restante en coordinación con organismos de Mayabeque y FERROAZUC.
Las evaluaciones preliminares confirmaron que no hubo daños personales entre la tripulación y que la locomotora no sufrió afectaciones.
Los principales daños se concentran en la infraestructura: se estima que unas 300 traviesas y alrededor de 400 metros de vía resultaron dañados, además de los tres vagones volcados.
Personal técnico y equipos especializados fueron movilizados con el objetivo de restablecer la circulación ferroviaria en la mayor brevedad posible.
De forma paralela, una comisión investigadora de la Administración del Transporte Ferroviario (ATF), junto a expertos del sector, se encuentra analizando las causas técnicas del descarrilamiento.
El accidente en la Línea Hershey, una de las más emblemáticas del país, vuelve a poner en el centro de atención la vulnerabilidad de la infraestructura ferroviaria cubana, que en los últimos años ha sufrido múltiples incidentes relacionados con el deterioro de las vías y la sobrecarga de los convoyes.
La situación de las vías ferroviarias en Cuba es crítica: muchas de ellas datan de varias décadas y han recibido un mantenimiento insuficiente, lo que incrementa la frecuencia de accidentes como el ocurrido en Mayabeque.
Aunque se trate de trenes de carga, esenciales para el transporte de productos estratégicos como la miel, el azúcar o el combustible, estos convoyes requieren inspecciones técnicas y modernización constante, algo que no se cumple de manera sistemática.
La falta de inversión, sumada al deterioro estructural, convierte cada recorrido en un riesgo, dejando en evidencia la urgencia de priorizar la seguridad ferroviaria en la isla.
La información oficial, compartida por los canales del Ministerio del Transporte, confirma que se trata de una noticia en desarrollo y que las actualizaciones se darán a conocer en próximas publicaciones.
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