El paso del huracán Melissa, considerado uno de los más intensos registrados en el Atlántico, dejó un panorama desolador en el oriente de Cuba. Provincias como Santiago de Cuba, Granma, Holguín y Guantánamo resultaron severamente afectadas, con más de 1,7 millones de personas con daños en sus viviendas, alrededor de un millón sin bienes esenciales y más de 117.000 ciudadanos sin acceso a agua potable, según datos del Sistema de Naciones Unidas en la Isla.
En medio de esta emergencia humanitaria, Italia confirmó su participación en el Plan de Respuesta al Huracán Melissa, coordinado por Naciones Unidas junto a socios internacionales. La contribución anunciada asciende a 100.000 euros, destinados a respaldar acciones urgentes, una cifra modesta si se compara con las necesidades reales del plan, que estima un costo total de 74,2 millones de dólares para atender la crisis.
Los daños provocados por Melissa incluyen infraestructuras destruidas, comunidades aisladas y sistemas de agua y saneamiento seriamente comprometidos, lo que agrava una situación ya precaria en el país. En este contexto, los fondos aportados por Italia fueron canalizados a través del Programa Mundial de Alimentos (PMA) mediante el Fondo Bilateral de Emergencia del Ministerio de Asuntos Exteriores italiano, con énfasis en la atención nutricional de los grupos más vulnerables, como niños, embarazadas y ancianos.
La ayuda se enmarca en una relación de cooperación bilateral que, según las autoridades, se mantiene desde hace más de una década en las regiones orientales de Cuba. Dicha cooperación ha estado enfocada en proyectos de seguridad alimentaria, desarrollo local y resiliencia ante el cambio climático, áreas críticas en un país donde la producción agrícola y la capacidad de respuesta ante desastres siguen siendo limitadas.
Además del apoyo inmediato, Italia destinará recursos a labores de recuperación post-emergencia, incluyendo la rehabilitación de la Estación Experimental del Tercer Frente y la entrega de equipos para reactivar la producción agrícola en zonas afectadas. También se prevé la distribución de semillas de ciclo corto, con el objetivo de garantizar cosechas rápidas y reducir, al menos parcialmente, la dependencia alimentaria de las comunidades rurales.
Otros fondos complementarios provendrán del proyecto MásCafé, financiado por la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS), así como de la iniciativa Padit, implementada por el PNUD en Cuba. En el caso específico de Guantánamo, una de las provincias más golpeadas —con más de 14.200 viviendas dañadas y unas 60.000 familias sin bienes básicos— se asignarán 40.000 dólares para la compra de materiales y artículos de primera necesidad, con un alcance directo estimado de 1.100 personas.
Fuente: Ansa
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