El Gobierno de Rusia ha intensificado su persecución contra Garry Kasparov, campeón mundial de ajedrez y reconocido crítico del presidente Vladimir Putin. La justicia rusa emitió un arresto en ausencia contra Kaspárov, acusándolo de «justificar el terrorismo» debido a sus declaraciones sobre la guerra en Ucrania. La medida cautelar establece un plazo de dos meses a partir del momento de su detención en Rusia o de su extradición al país, y podría acarrearle una condena de entre cinco y siete años de cárcel.
Kasparov, incluido desde mayo de 2022 en la lista de agentes extranjeros del Gobierno ruso, vive fuera de Rusia desde hace más de diez años. Su enfrentamiento con el Kremlin se remonta a su participación en el Comité Antibélico de Rusia (CAR), fundado en febrero de 2022 junto con el magnate Mijaíl Jodorkovski y otros opositores rusos en el exilio. El CAR nació pocos días después de que Rusia iniciara su invasión a Ucrania, con el objetivo declarado de luchar contra lo que consideran una «dictadura agresiva» de Putin.
El Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) acusa a Kasparov y a los otros miembros del CAR de financiar formaciones militarizadas ucranianas catalogadas como terroristas en Rusia, de reclutar personas para dichas unidades y de planear la toma del poder en Rusia por la fuerza. Según el FSB, estas acciones constituyen delitos graves que justifican la apertura de causas penales en su contra, incluyendo «organizar una comunidad terrorista» e «intento de usurpación del poder».
La figura de Kasparov, además de su relevancia en el mundo del ajedrez, ha cobrado notoriedad internacional por su oposición abierta al Kremlin y por sus denuncias sobre la situación política en Rusia. Su detención en ausencia y las acusaciones en su contra han generado alarma entre la comunidad internacional y organizaciones defensoras de los derechos humanos, que denuncian un patrón de persecución contra disidentes y críticos del Gobierno de Putin.
Esta medida se enmarca dentro de una estrategia más amplia del Kremlin para silenciar voces opositoras, incluso fuera del país. Kasparov continúa su activismo desde el exilio, utilizando su notoriedad para denunciar las acciones de Moscú y apoyar la resistencia ucraniana. Su caso simboliza la creciente tensión entre Rusia y la comunidad internacional sobre la libertad de expresión y la represión política.
Fuente: OK DIARIO