El Gobierno de los Estados Unidos tiene previsto anunciar a finales de este mes la reintroducción de visados B2 de cinco años para ciudadanos cubanos.
Estos visados, que habían sido suspendidos en 2019 durante la administración de Donald Trump, serán restablecidos bajo el mandato del presidente Joe Biden. La decisión llega tras un período de tensiones diplomáticas relacionadas con los incidentes de salud que afectaron al personal estadounidense en La Habana.
Fuentes gubernamentales, que solicitaron mantener el anonimato, confirmaron a América Noticias la medida, que representa un cambio significativo para las relaciones entre ambos países y una oportunidad para los cientos de miles de cubanos con familiares en Estados Unidos.
Aunque el plan inicial no incluye la reanudación de las entrevistas consulares en La Habana, esta medida abre una puerta a la reunificación de familias y facilita el acceso a las vías legales de inmigración para los ciudadanos cubanos.
La categoría B2 de visados engloba una serie de propósitos, incluyendo visitas familiares, consultas médicas, viajes de turismo y compras. El impacto de la suspensión de estos visados en la comunidad cubana fue notable, ya que la cifra de visados B1 y B2 concedidos en Cuba disminuyó drásticamente, pasando de cerca de 41,000 en 2014 a tan solo 3,000 el año pasado.
Además, en un movimiento paralelo, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos anunció la reapertura de su oficina en La Habana. Esta acción está dirigida a agilizar el procesamiento de casos de reunificación familiar y a ampliar las vías legales de inmigración disponibles para los cubanos.
El Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro N. Mayorkas, destacó la importancia de esta medida en la estrategia de la administración actual: "Esta administración está tomando medidas para reducir las entradas ilegales, negar recursos a las despiadadas organizaciones de contrabando y simplificar el acceso a vías legales, seguras y ordenadas para quienes buscan ayuda humanitaria. La reapertura de la oficina de campo del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos en La Habana nos ayuda a hacer precisamente eso", declaró en un comunicado.