El Instituto de Neurología y Neurocirugía puso en funcionamiento una consulta médica especializada destinada a atender a pacientes que presentan secuelas del chikungunya, en un contexto epidemiológico complejo marcado por la persistencia de las arbovirosis en el país.
El nuevo servicio comenzó a operar el 22 de diciembre de 2025, como respuesta al incremento de personas que, aun después de haber superado la fase aguda de la enfermedad, continúan padeciendo síntomas prolongados que afectan de manera significativa su calidad de vida y su reincorporación a las actividades cotidianas y laborales.
La consulta está dirigida a pacientes con dolores articulares intensos, afectaciones neurológicas, parestesias y cuadros de dolor crónico, manifestaciones que se han vuelto frecuentes tras la infección por chikungunya. Para su atención, la institución conformó un equipo multidisciplinario integrado por especialistas en neurología, neurocirugía, anestesiología y fisioterapia, con el propósito de ofrecer un abordaje integral y sostenido en el tiempo.
Según la información divulgada, el servicio contempla evaluaciones diagnósticas avanzadas, entre ellas tomografías y estudios por ultrasonido, así como opciones terapéuticas que incluyen procedimientos anestésicos para el control del dolor y programas de rehabilitación física adaptados a cada paciente. Aunque no se precisó el número de personas que podrían beneficiarse inicialmente, el instituto aseguró contar con la capacidad técnica y profesional para enfrentar una demanda creciente.
La apertura de esta consulta se produce en medio de una crisis persistente de arbovirosis en Cuba. En los últimos años, enfermedades como el dengue, el zika y el chikungunya han mostrado brotes recurrentes, con un aumento de casos que evolucionan hacia formas prolongadas o con complicaciones.
Especialistas advierten que el chikungunya, a diferencia de otros virus transmitidos por mosquitos, puede dejar secuelas incapacitantes durante meses o incluso años, especialmente en adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. En ese escenario, la creación de espacios especializados como este representa un alivio parcial para quienes continúan lidiando con las consecuencias de una infección que, en muchos casos, fue subestimada en su inicio.