La polémica en torno a la adquisición de Warner Bros. Discovery por parte de Netflix sigue aumentando, y esta vez una de las voces más reconocidas de Hollywood se ha sumado a la controversia. El actor irlandés Pierce Brosnan, recordado por su etapa como James Bond y figura respetada dentro de la industria, ha expresado su preocupación por el impacto cultural y creativo que podría generar esta histórica operación.
El actor, que ha trabajado previamente con Netflix, no ocultó su inquietud ante lo que considera una concentración excesiva de poder en manos de una sola plataforma. Para Brosnan, permitir que una empresa tan dominante decida “qué se consume y de qué manera” es un riesgo para la diversidad creativa. “Hay algo que no encaja culturalmente”, afirmó, subrayando que el ecosistema audiovisual necesita equilibrio para evitar que las grandes corporaciones ahoguen a los creadores independientes.
Brosnan también lamentó la situación de las salas de cine, señalando que ha visto cómo desaparecen lentamente en ciudades como Los Ángeles y Londres, lugares emblemáticos para la historia del séptimo arte. Para él, esta posible fusión podría acelerar aún más esa tendencia y dejar en una posición vulnerable a quienes todavía apuestan por el estreno tradicional.
Pero Brosnan no es el único crítico. Otros nombres de peso como James Cameron y Jane Fonda ya han advertido sobre los riesgos de permitir que una sola compañía acumule tanto control sobre la industria. Las declaraciones del actor se suman así a un debate que está lejos de cerrar.
A esta conversación se sumó también un protagonista inesperado: Donald Trump. El presidente estadounidense elogió a Ted Sarandos, CEO de Netflix, calificándolo de “gran persona” y alabando el trabajo realizado al frente de la plataforma. Sin embargo, dejó claro que el Gobierno seguirá de cerca la operación y que él mismo participará en su evaluación. En sus palabras, la unión de ambos gigantes podría elevar demasiado la cuota de mercado de Netflix, lo cual tendría implicaciones regulatorias.
Mientras el ruido mediático crece, Netflix intenta transmitir calma. Portavoces de la compañía y altos ejecutivos que visitaron recientemente los estudios de Warner Bros. en Burbank aseguraron que ambas empresas seguirán funcionando de forma independiente una vez que se concrete la adquisición. Además, prometieron que no habrá despidos masivos y que los equipos creativos de Warner mantendrán su estructura.
Aun así, el sector permanece dividido. La operación, descrita como una de las más significativas de la historia del entretenimiento, continúa alimentando interrogantes sobre el futuro del cine, el streaming y la cultura audiovisual global.
Fuente: La Razón
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