La grave escasez de recursos está llevando al borde del colapso a la Empresa Agroforestal (EAF) de Sancti Spíritus, responsable de gestionar más de 78 000 hectáreas de patrimonio forestal en el centro de Cuba. La falta de combustible, maquinaria y electricidad ha paralizado prácticamente todas las labores de reforestación, producción maderera y expansión silvícola, afectando no solo la economía local, sino también la sostenibilidad ambiental del país.
Según reportes del periódico Escambray, la entidad solo recibe el 30% del combustible planificado, lo que impide desde la extracción de madera hasta el funcionamiento de los aserríos. El director de la empresa, Noel Carballo González, confirmó que la prioridad actual es cumplir con encargos estatales “priorizados”, como la madera para construcciones, sarcófagos, casas de cura de tabaco y programas vinculados al turismo.
“La reforestación está detenida. Hace cuatro años no podemos ejecutar nuevas plantaciones por falta de recursos. Sin buldóceres ni combustible no hay forma de limpiar y preparar las áreas”, lamentó Carballo. En consecuencia, la empresa se limita a manejar los bosques existentes, cuya explotación no permite cubrir las necesidades actuales. Los niveles de producción apenas superan los 100 metros cúbicos de madera al mes, la mitad de lo previsto y muy por debajo de los 400 a 500 que se entregaban mensualmente en años anteriores.
A esto se suma una limitación estructural: solo el 11% del área administrada corresponde a bosques productores, es decir, aquellos autorizados para tala. El resto son zonas de conservación, áreas protegidas o bosques en desarrollo que no pueden ser intervenidos, lo cual restringe aún más la producción.
Para sobrevivir en medio de este panorama, la empresa ha optado por alianzas con formas de gestión no estatal. Gracias a estos encadenamientos, han podido generar ingresos construyendo ranchones y estructuras rústicas, sobre todo en instalaciones turísticas de Trinidad y la Marina Marlin. Sin embargo, estas soluciones son paliativas y no resuelven el problema de fondo.
La incorporación en 2024 de áreas cafetaleras pertenecientes a la antigua UEB de Fomento, así como la integración de varias cooperativas campesinas, busca diversificar las actividades económicas, pero aún es temprano para medir sus resultados.
La paralización de la reforestación y el declive de la producción maderera no solo afectan el presente económico de Sancti Spíritus, sino que comprometen seriamente el equilibrio ecológico a mediano y largo plazo. La falta de renovación forestal implica menos captura de carbono, mayor vulnerabilidad ante eventos climáticos extremos y una creciente dependencia de importaciones si no se revierte la tendencia.
Cuba, país que alguna vez apostó por el desarrollo forestal como pilar ambiental y económico, enfrenta ahora el desafío de evitar la pérdida progresiva de su capital natural. Si no se restablece la inversión en el sector, el deterioro de los bosques cubanos será irreversible.
La Cintumbare recibe a su amiga deportada de Estados Unidos en aeropuerto de La Habana
Hace 17 horas
Detienen a mujer en el Aeropuerto de La Habana con cocaína oculta en electrodomésticos
Hace 14 horas
Accidente aéreo en EEUU: dos personas sobreviven tras caída de avioneta en Connecticut
Hace 16 horas